PROLOGO

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Vi a mi hermano gemelo por el vidrio de la puerta, como se iba levantando sin entender porque rayos se encontraba ahí. Se levantó de la cama desesperado y sin entender la razón por la que se encontraba encerrado en una habitación, que no contaba más que con una cama blanca. Cuando me mira al fin se acerca hacia la puerta y pone su cara frente al vidrio transparente de la puerta. Mi hermano me miraba con horror y aun sin entender la razón por la que se encontraba en ese sitio.

Era la primera vez que lo veía de pie después de dos días inconsciente y con medicación.

-¿Por qué rayos estoy aquí?- pregunta aun desorientado.

-¿Realmente no recuerdas nada?- pregunté con una sonrisa sínica, realmente le había afectado el golpe que le di.

-Yo... agh.. Me duele la cabeza- se quejaba del dolor que sentía mientras acariciába la parte donde había surtido el impacto.

-Aun si recordaras aquello, jamás saldrás de aquí- dije acercándome a la puerta viendo fijamente a mi hermano. Sus ojos verdes indicaban confusión, y entonces de la nada hizo esto como si algo le viniera de repente a la cabeza.

-Yo... Había regresado a casa temprano... porque me había dicho Megan que tenía que hablar conmigo... me dijo que iría a la casa y....

-Y... cuando entre la vi...- en ese momento sus ojos se fijaron en mi- estaba tirada en el suelo, bañada en sangre... -y entonces se tapó la boca y me miraba con temor.

-Al fin lo recordaste- dije mientras acomodaba la manga de mi camiseta.

-Tu.. ¿Porque lo hiciste Nick?- sus ojos reflejaban rabia y temor a la vez.

-Mmm creo que esos medicamentos no te están sirviendo bien hermanito.

-¿Qué?.

-Nick tú la mataste, por eso estas aquí, y bueno... - me acerque lentamente a la puerta con una sonrisa de satisfacción y voltee a verlo a los ojos- nadie va a creer lo que diga un loco, ¿o si Nick?.

-De que demonios hablas Nick, mi nombre es Na..- entonces apareció un doctor que iba a darle su medicamento nuevamente, y no venía solo el doctor, venía acompañado de dos ayudantes robustos.

-Señor Nick Peterson, es hora de que tome sus medicinas- su voz sonaba apagada como si estuviera arto de la misma rutina de siempre. Hizo unos cuantos a puntes en su tableta antes de volver su mirada a mi hermano.

-Qué bueno que llega doc. Nick parece que necesita otra dosis- en mi cara se dibujaba una sonrisa al mirar en dirección a mi hermano.

-No... no me van a volver a dar eso, ¡nooo!- dijo mi hermano retrocediendo mientras el doctor abría la puerta y los ayudantes del doctor entraban y tomaban por la fuerza a mi hermano -¡¿Por qué...?! Porque me haces esto Nick...- fueron las últimas palabras que me dijo mi hermano gritando en mi dirección y yo hice caso omiso a ello y me fui.

NoahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora