Capítulo 1: La prueba (Reescrito)

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(La de la imagen es Arya)

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(La de la imagen es Arya)


No me puedo creer que me hayan hecho esto... Dejarme sola en nuestro primer día.

Bueno sola no, no me han abandonado para siempre pero llegan tarde, muy tarde.

Saben que este día es importante para mí. Es mi primera misión y tengo que hacerlo perfecto porque me ganaré mi puesto y a la vez la libertad de elegir el lugar donde trabajaré una vez apruebe.

Llevan tres años entrenándome para esto y llegan tarde. Como siga dando vueltas sin sentido por el vestuario voy a hacer un agujero en el suelo.

Por cierto, mi nombre es Arya, soy una criatura todavía sin catalogar. No me he vuelto loca ni nada de eso pero nadie sabe que soy exactamente. Tengo los rasgos de varias especies pero nada nos da una respuesta clara y ya se han cansado de estudiarme, por lo menos en su mayor parte.

Mis compañeros o más bien mí equipo, esa panda de capullos que llegan tarde son:

Karla, una vampira con muy mal genio, implacable en la lucha cuerpo a cuerpo. Su cara de buena esconde un arma mortal y un alma romántica.

Leo, el chico duro, un berserker que domina las armas mejor que nadie. Es mortal cuerpo a cuerpo pero como tenga una espada en las manos es infalible.

Jamie, nuestro cerebro, es un mestizo (o semidiós, si sé que estás pensando en Percy Jackson y la verdad es lo más parecido lo único que los padres no tienen prohibido ver a sus hijos si no que no quieren).

Y por último pero no menos importante, Loren. Esta preciosidad de chica es una banshee. Cada vez que se enfada y grita... bueno supongo que ya sabéis como va... cristales rotos, a veces mucha sangre.

Y luego estoy yo. Una chica de orfanato un poco rara. Nadie sabe de dónde soy o de dónde vengo, solo que esta academia dio conmigo a los 17 años cuando no hacía más que meterme en líos. Tampoco sé que esperaban de una niña con una fuerza sobrehumana y que casi no puede hacerse daño.

Parece que nos presentó como si fuéramos la lista de la compra, pero es la manera más sencilla de no olvidarme nada.

Además descubrí de una manera un tanto particular que podía escoger almas y hacerlas cruzas. No todas pueden hacerlo pero algunas me llamaban, noto una fuerte atracción hacia a ellas. Solo recuerdo algunas almas y quizás no su antigua apariencia pero si su calidez o su amor al traspasarme para cruzar.

Esto es más complicado de lo que parece pues no es algo que controlo o que sepa digamos usar, pasa sin más.

Por fin empiezo a oír voces acercarse a la puerta. Son Loren y Leo.

– ¿Sabes que si aprueba se irá no?- dice Leo.

– La verdad espero que se quede con nosotros, no sé qué haría sin esa pequeña por aquí.- le contesta Loren mientras abre la puerta.

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