Capítulo 9: Poniéndose al día (Reescrito)

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Ya me he duchado y me he vestido, nada sienta mejor que cambiarse y ponerse unos vaqueros y una sudadera calentita. Echo un rápido vistazo a mi cuarto, puff! Es un desastre pero le toca quedarse así un poco más.

Bajo de nuevo a la enfermería cuando me encuentro con Loren en el pasillo.

- Ya les he dado el metal y están trabajado en ello. Están sorprendidos de que nadie se diera cuenta de que estaba ahí.

- Lo sé, parece ser que ese metal es diferente. Espero que puedan averiguar algo.

- Yo también. ¿Quieres que te ponga al día? –dice mientras atravesamos la puerta de la enfermería.

- Claro, esperaba que fuera Karla pero no la he visto ni a Jamie.

- Karla sigue reunida, están a tope de trabajo. Y Jamie igual, tienen a todos los informáticos trabajando a dobles turnos porque no son capaces de localizar a los Jotuns, atacan y desaparecen.

- No desaparecen, voy a mandarle un mensaje a Jamie. Recuperan la apariencia humana. Se hacen escurridizos pero no invisibles.

Me paro y saco el móvil del bolsillo para escribirle el mansaje a Jamie.


Pensé que tardaría más su respuesta. Pero es casi instantánea.


- ¿Cómo vas? –Le pregunto a Kris que aún está cociendo a Dunkan.

- Ya casi esta, pero el corte era profundo estaba bastante clavado. Espero que no le haya afectado nada tenerlo tanto tiempo ahí.

- Yo también. –le digo mientras veo que acaba.-Ahora descansa tú. Eso puedo hacerlo yo.

- Gracias pero aún tengo cosas que hacer. Pero si acabas esto tú, mejor. –dice mientras se va a seguir con los demás pacientes.

- La pobre está sola, estaba de vacaciones y ha tenido que volver. Para que las otras enfermeras pudieran descansar un poco. –me dice Loren mientras se acerca y se sienta en la cama al lado de Leo.

- Espero que esto por lo menos la alivie un poco. Cuéntame que ha estado pasando. –Le digo mientras empiezo a limpiar de nuevo la herida y echarle el mejunje.

- Claro. La primera semana fue más o menos normal, pero luego empezaron a pasar cosas. Han desaparecido muchos nocturnos, incluso algunos de la Academia. Ha habido ataques tanto a nosotros como a los humanos. Al principio pensamos que algún clan se había vuelto loco o que habían iniciado una guerra entre ellos. Pero recibíamos llamadas de todos pidiendo ayuda. Hace una semana varios de nuestros equipos cayeron en una emboscada. –dice pasando la vista por la enfermería.- Por suerte no ha muerto nadie pero muchos después tendrán rehabilitación y tardaran en incorporarse. Si es que lo consiguen. Ellos dos son los que están peor. Parece que Leo casi consigue matar a uno hasta que lo pillaron por la espalda. –De ahí ese corte- y de Dunkan no se sabe. Llego delirando, diciendo de que había visto la luz dorada y parecía que llevaba por alguien pero no se le entendía nada más. Parece que lo que le hizo esa herida y dejo el trozo de metal traía veneno.

- Si ya he visto la herida. Aunque ahora pinta mejor. –le digo mientras acabo de vendarla.- Ya no esta tan negra.

- Eso es genial, necesitamos alguna buena noticia por aquí.

Me siento al lado de la cama de Leo en el sofá y cojo la mano de Loren.

- Deberías haberme llamado en el momento en que visteis que esto iba tan mal. –le aprieto un poco la mano para que levante la vista. – Sabes que vendría corriendo si hiciera falta.

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