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La bestia le había perdonado la vida y sus pulmones se llenaron de aire nuevamente.

– pura – murmuró, pasando una mano por sus cicatrices, comprendiendo que él también había sufrido y que la bestia no era más que odio ante lo que había ocurrido.

Su pierna sangraba, pero deambuló por los pasillos hasta encontrar la salida de adonde fue prisionera, — lo logre

— pensó, no sabía dónde se encontraba pero tenía que encontrar a alguien que la ayudara mas la niebla no le permitía ver a menos de un metro de distancia; Continua avanzando y desde su lado derecho le llegó el sonido de numerosos gritos como si La Bestia los hubiera provocado. Gritos de personas agonizantes, acompañados de algunas interjecciones de un predador. No muchas.

Avanzó unos pasos mientras su corazón latía convulsivamente, gotas corrieron por sus mejillas a la vez que le llegaban más gritos y chillidos, «no, por favor » gritó una mujer antes de que sus palabras se perdieran en un aullido de dolor.

Casey trago saliva al sentir sus pasos ser marcados sobre el pavimento y su respiración gruesa, hace dos segundos estaba alimentándose de ese cuerpo inocente al igual cómo lo había hecho con sus compañeras y ahora la bestia estaba enfrente de ella, levantó la vista y él esbozó una sonrisa carente de humor, como si una muñeca sonriera.

– Pura — dijo él con voz jadeante mientras sus fosas nasales captaban el aroma de la muchacha, ella presa de su propio miedo dejó que el hombre se le acercara mientras los gritos inocentes cesaban; La calle estaba sumida en el más absoluto silencio. — Kevin — jadeó ella mientras su espina dorsal se jactaba ante el hecho de que él le lamía una de sus cicatrices — Kevin Wendell Crumb — repitió, pero lloraba con tal fuerza que resultaba difícil entenderla ; oyó un disparo y al abrir los ojos la Bestia ya se había ido.
Un hombre con impermeable y botas de agua se acercó.

– Cálmate, todo estará bien, eso ya se fue — dijo a la vez que bajaba el arma, Casey respiraba entre cortado – soy David Dunn

– Casey Cooke.

– Bien Casey, este es un lugar peligroso, ven sígueme.

Y ella tomó la mano que David le ofrecía, miro hacia atrás con la esperanza de no volver a ver a la Bestia o cualquier cosa relacionada con él.

La chica que la bestia dejó ir. [SPLIT - fragmentado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora