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Audrey Dunn.

-¿Cómo está esa pierna? - preguntó la sra. Dunn.

 Eran las 09:00 en la mañana cuando se presentó en la puerta del departamento 262 con una sonrisa de oreja a oreja y un botiquín en su mano izquierda mientras una Casey adormilada salía a atenderla. 

- Bien, Supongo- agregó mientras retiraba la venda - no me ha dado problemas.

Audrey espero que Casey estuviera ya vestida y bañada para poder curar la herida. 

- Ya está mejorando, el poco tiempo ya no me necesitaras - Casey no supo qué responder  a eso así que se limitó a sonreír - lamentablemente  la persona que te hizo esto aun no la han podido encontrar, pero la policía está haciendo lo mejor, querida, ya veras que ese rufián se pudrira en la cárcel.

- Eso espero - se limitó a decir ella, aunque en el fondo  esperaba que la bestia sea juzgada por sus fechorías no quería ni deseaba que se le juzgara a Kevin por ello, Kevin merecía lo mejor. 

- Bueno cariño, me debo ir, cuida a esa pierna y no salgas tan tarde últimamente han habido muchas desapariciones de muchachas, no quiero que nada malo te suceda - Casey asintió. 

-Cuídese, señora Dunn - dijo Casey cuando Audrey cruzó el umbral de la puerta dirigiéndose al ascensor. 

Casey Cooke 

Al cerrar la puerta siento un escalofrío recorrer su espalda, desde esa mañana sentía que alguien la observaba pero no sabía identificar qué o quién era; la última vez que vio a Kevin habría sido en la heladería, así que negaba totalmente la idea de que fuera él. 

Sintió que una de las ventanas de su piso se abría lentamente y su corazón comenzó a latir, tenía miedo, con el corazón en sus manos abrió la puerta de la habitación de donde provenía el ruido y lo vio a él, recuperando el aire, pero no su él, vio a la bestia quien se le acercó rápidamente al verla, del susto cayó en el frío suelo sintiéndose indefensa ante la presencia de él.

- ¿Por qué tienes contacto con impuros? - soltó él en un rugido.

Era grande y al igual que la primera vez que lo vio, solo vestía pantalones deportivos. 

Trago saliva.

-Responde - dijo acercándose más a su rostro, pero ella no sabia que decir - huele apetitosa y te ves tan indefensa ahí en el suelo. 

Intento pararse, pero una gran mano se lo impidió.

- Dejame ir, Kevin - susurro ella, si bien ella tenía miedo, su parte baja comenzó a humedecerse cuando sintió su respiración sobre su cuello - Por favor, déjame ir - musito mientras la bestia lamía su piel expuesta.

Si No lo detenía ahora, lo más probable era que terminaría arrepintiéndose de los actos que podrían ocurrir. Cuando sintio que es gran mano se metia debajo de su blusa ella cerró los ojos y  gritó.

- ¡Kevin Wendell Crumb! ¡Kevin Wendell Crumb! 

- ¡Callate!

- ¡Kevin Wendell Crumb! -  dejó de gritar cuando sintió que la mano se deslizaba fuera de su prenda de vestir, abrió los ojos lentamente.

- Lo siento - dijo un joven que reconoció inmediatamente como Kevin, él se paro y la ayudó a levantarse. 

- No te preocupes - musito ella intentando que no se sintiera culpable.

- No puedo creer que sigas con vida - dijo intentando cubrir su pecho desnudo - pero me debo ir.

- No, quédate. Si te vas él vendrá y me hará cosas que no quiero, aquí estás a salvo solo somos tu y yo.

Kevin dudo, no quería estar en la luz, quería irse, encontrarla debajo de él no le había hecho bien ¿Acaso le había hecho daño? 

- No quiero 

- Tengo tu chaqueta, debes tener frío. No te vayas - le tomo la mano - sólo te voy a llevar a mi habitación y te entregaré la chaqueta, pero no te vayas. quédate aquí - Entraron en su dormitorio y rápidamente Casey le paso la chaqueta - Pontela. pero quédate conmigo. 

- ¿Puedo dormir un poco? Me siento cansado - Casey asintió y abrió la cama para que su inventado entrará en ella. 

- Descansa - él asintió y cerró los ojos, acomodándose en la cama. 

Ella sonrió al verlo dormir tan plácidamente. 

A las doce del día, un chico con el cabello despeinado salía de su habitación para verla a ella cocinar.

- Despertaste, dormilón. 

- ¿Por qué estoy en tu casa, Casey? - dijo con una tos más aguda e infantil, Hedwig. 

- Tu llegaste acá. ¿Cómo me encontraron?

- Eso es porque el señor Denis y la señora Patricia querían vigilarte de muy cerca, etcétera.

- ¿Qué quieres de almorzar? 

- Cereal

- Pero el cereal no es sa...

-  Cereal

- Cereal será - le sirvió un plato - pero después debes comer un poco de sopa - Hedwig acepto y con sus cachetes llenos de cereal soltó.

-  Me darias un beso - Casey lo miro atenta - la otra vez en la heladería quería pedirte un beso, pero había mucha gente y etcétera. No he besado a otras chicas solo a ti, porque eres mi novia, ¿puedo tener un beso? 

Casey con una servilleta le limpio la boca a Hedwig, omitiendo las palabras que él pequeño decía. él tragó el cereal que tenía en la boca.

- ¿Me daras un beso? Denis me dio tips para besar - Casey se sentó en el asiento continuo a él y observo como esta personalidad movía los pies debajo de la mesa - ¿Puedo? - Casey asintió ante las súplicas de él. Se quedó estática esperando que él beso se igual que el primero, pero al chocar sus labios con los de él, Hedwig comenzó a buscar desesperadamente la boca de la joven, se separaron - Denis me dijo que tambien tenias que abrir la boca, quiero besar como denis, dijo que tenía que - Casey soltó un suspiro haciendo una O con sus labios, labios que rápidamente Hedwig acaparó con su boca y siguiendo las indicaciones que una de las personalidades le había dicho, introdujo su lengua moviéndola en las cavidades de Casey y  la dejó ir  -  Los adultos besan asqueroso, ¿Te gusto? a mi no - dijo mientras volvía a comer cereal, Casey lo miraba incrédula de lo que recién había pasado.

- No me gusto - aclaro ella, mientras intentaba analizar si realmente se trataba de Hedwig.

- Le iré a avisar a Denis, te quedaras con patricia -  en un abrir y cerrar de ojos kevin enderezo la espalda y se sentó como una dama - Casey, ¿estas bien?  parece que acabas de ver a un fantasma - dijo ella en tono de broma, observó el lugar - que casa más acogedora.

- Hola Patricia ¿Era hedwig quien estaba en la luz hace un segundo? - Patricia asintió.

- ¿Ocurrió algo? 

- No, nada. 

- Lamento si te dio problemas Casey, ese niño puede ser muy inquieto debes en cuando. 

- No me dio. Tranquila. Si desean pueden quedarse aquí en la casa un tiempo.

- Nos encantaría Cariño, pero ya es tarde y nos debemos ir 

- ¿ Pueden regresar? No quiero que se vayan - quería a Kevin de vuelta y no iba a perder esa oportunidad. Patricia asintió antes de salir por la puerta principal. 

Casey estaba confundida. 

Nota autora: HOLA SI LES GUSTA SPIDERMAN ACABO DE SUBIR UNA NUEVA NOVELA PARA QUE VAYAN A DAR UNA VUELTA!!! SPIDERMAN: PERDIDOS EN LAS DIMENSIONES!! VAYAN A LEER Y ME DEJAN SU COMENTARIO! 

¿qué opinan de este capítulo? 



La chica que la bestia dejó ir. [SPLIT - fragmentado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora