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Casey Cooke.

Avanzaba por las calles de Philadelphia mientras su mano derecha sujetaba la chaqueta deportiva de un hombre, él le seguía el paso dando pequeños saltos.
Casey sintió el sonido del estómago de su acompañante.

– ¿Haz comido algo, Hedwig? – preguntó con voz titubeante. Él negó con su cabeza. Miro a su alrededor y sus ojos pararon en una tienda – ¿Quieres un helado? – Hedwig asintió, ambos cruzaron la calle para llegar a la pequeña heladería.

Casey sintió la mirada de la gente apenas entro, no era normal que un hombre, ya mayor, se comportara como un niño. Casey pago por los dos helados y se sentó frente al muchacho mientras lo veía comer su helado alegremente.

– ¿Te gusta?

– Muchas gracias, Casey – dijo dando un gran bocado mientras movía los pies debajo de la silla. Entonces su sonrisa se apagó y comenzó a llorar – lo siento por darte a la bestia y etcétera.

– Está bien. Tranquilo. Para de llorar. – los sollozos se hicieron más fuertes y las palabras de esta personalidad de Kevin se volvían incomprensibles para los oídos de Casey – te perdono.

Sintió que la mirada de las personas disminuían mientras Hedwig se calmaba.

– ¿de verdad?

– no hiciste nada malo – le pasó una servilleta y el pequeño se limpió la nariz.

– ¿Dónde dijiste qué quedaba tu casa? – Hedwig levanto los hombros – ¿Puedes darle la luz a alguien más?

– Me retarán por perderme. No quiero.

– No lo harán si yo hablo con ellos. ¿Puedo hablar con – Hedwig dejó de mover los pies, enderezó su espalda, cruzó sus brazos y observó a la joven – Dennis.

– ¿Qué hago aquí?

– Encontré a Hedwig perdido en la calles. Tenía hambre. No lo retes – observó cómo Dennis limpiaba el desastre que Hedwig había provocado.

– Gracias por helado, pero debo irme – se paro de la silla.

– Espera, quiero ayudarlos. Quiero ayudar a Kevin.

– ¿cómo planeas hacerlo? – levantó una de sus cejas.

– Quiero hablar con Kevin.

– él no volverá a ver la luz – sentenció y dejó una Casey desconcertada. Ella lo siguió al verlo dirigirse a la salida, pero cuando cruzó el portal de la puerta, él ya había desaparecido.

——
Nota autora;
Sé que los capítulos han sido cortos, prometo hacerlo más largos y ordene los números de los capítulos. (Me había saltado el 7)
Gracias por leer, besos

La chica que la bestia dejó ir. [SPLIT - fragmentado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora