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Cassie Cooke. 

Durante dos días no hubo noticia alguna sobre Kevin, a pesar de que una de sus personalidades le había prometido volver. Mas su cabeza ya no tenía espacio para el señor Crumb, menos ahora que su agenda se encontraba apretada, demasiado apretada. Durante el día ayudaba por horas en el zoologico y el resto se dedicaba junto con Joseph a entregar folletos de personas desaparecidas, aún recuerda esa noche cuando David la llamó desesperado diciendo que su esposa no había llegado a casa. 

- Vino temprano, me curo la venda y se fue. No la he vuelto a ver desde entonces - decía Cassie en un afán por tranquilizar al hombre. 

- Entonces, ¿Dónde está? - se desesperaba, quería golpear algo y cassie lo notaba, nerviosa abrió la puerta principal casi como una vía de escape.

- No lo sé - susurro casi al borde de las lágrimas, pero estas frenaron su caída cuando sintió que a grandes pasos se acercaba alguien al umbral de la puerta. 

- Revise las cámaras y no hay indicios de que ella haya regresado, Pá - soltó el joven que ella reconocía perfectamente, pero el omite su presencia hasta que ella susurro su nombre - Cassie - dijo él al ver a la muchacha asustada - ¿Estás bien? - Ella asintió.

- ¿ La conoces? - preguntó David en un intento de calmarse. 

- Sí, recuerdas la vez que me regañaste por llegar tarde con las cosas para la cena y te dije que había ido a dejar a alguien a su casa. Bueno, Cassie es ese alguien. 

Cassie soltó una risita ante tal escena, logrando que Joseph se sonrojara, david los observaba a ambos.

- Tenemos que seguir buscando - sentenció el mayor. 

- ¿Puedo acompañarlos? - preguntó Cassie, sintiendo culpa por la inesperada desaparición de la señora Dunn.

Y aunque los Dunns no sentían que era la mejor opción, aceptaron. 

Habían pasado dos días desde ese entonces, los mismos dos días donde kevin no aparecia, Cooke se negaba ante los pensamientos de Kevin era el culpable por ello se mantenía ocupada y no era que lo estaba pasando mal, Joseph Dunn era buena compañia, le agradaba e incluso coquetear se podría decir que era lo suyo. Ambos se mantenían ocupados, ambos coquetean sin depuro , pero Cassie seguía teniendo la sensación de que alguien la observaba más aún cuando se encontraba sola en casa por lo cual sus ventanas vivían con seguro al igual que su puerta, tenía miedo.

La chica que la bestia dejó ir. [SPLIT - fragmentado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora