Sin Rumbo Definitivo || ꜱᴏᴀʀɪɴᴅᴀꜱʜ

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En la tarde, esos dos chicos fueron a comer en algún local y después darían una vuelta por el parque.

Mientras merendaban cada quien se hundía en sus pensamientos... Necesitaban analizar muchas cosas.

¿Cómo es que Soarin había amanecido a lado de su amiga? Y aunque últimamente se sentía nervioso junto a la fémina, no podía dejar de pensar en aquello. Tampoco quería terminar enterándose de que había cometido una babosada, y sobre todo con una chica a la que había tomado un gran afecto.

¿Era buena idea ir a vivir con la abuela en Brooklyn? Lo de sus padres no era problema, ellos ya la habían autorizado como había dicho la mujer. El asunto era que no quería dejar 'toda su vida' en el pasado, extrañaría a sus amigas; y a Soarin. Él se había vuelto alguien importante en su vida, tal vez debería preguntarle a él si era buena idea, hasta ahora él era en quien más confiaba.

-Soarin...- murmuró al sentarse en la banca.

-¿P-pasa algo?- habló cuando salió de sus pensamientos.

-¿Tú-

-¡No hice nada!- se alarmó y confundió a la peliarcoiris. -C-continúa- se avergonzó.

-¿Tú irías a otra ciudad solo por qué te ofrecen una mejor vida?-

-Depende-

-¿De qué cosa?-

-De lo que indique tu corazón- sonrió.

Se miraron tiernamente a los ojos, esos fanales amatistas que derrochaban brillo al contactar con los rayos del sol, un espectáculo increíble que estaría dispuesto a ver cada día. Esas orbes esmeralda que tenía por ojos reflejaban una serenidad pura, de alguna manera pocas veces había visto sus ojos brillar como galaxias y al hacerlo le provocaba escalofríos.

Se sentían raros pero a la vez conectados el uno con el otro, al final sí que iban ganando confianza mutua y sin querer: Algún tipo de afecto único.

No podían volver al típico ¿Amor o admiración? Porque ya sabían que ese afecto no lo habían experimentado antes, tal vez sí pero no de esa manera... Era amor.

En tan poco tiempo habían pasado por mucho y por consecuencia les había traído eso. Wow.

-En fin- El chico desconectó miradas. -¿Quieres salir a pasear?- se levantó de la banca y le extendió la mano a la chica aún sentada.

Ella asiente y le devuelve el gesto causando en ambos un leve sonrojo. Comenzaron su caminata rodeando la fuente a lado de un campo de flores con margaritas, rosas y violetas.

-No ha pasado mucho tiempo y vaya que no nos odiamos- habló tranquila.

-Cierto... ¿Por qué dejaste de discutir conmigo?-

-Aparte de las cosas que pasaron... Sentía que era algo inútil hacerlo-

-Oh... Me agrada más ésta Rainbow Dash- al decirlo recibió en golpe en su brazo amistosamente.

-No es una faceta mía que veas a diario- se convenció.

-Cada vez que aparece hay que disfrutarla- se murmuró a si mismo.

Un silencio agradable y cómodo les hizo compañía unos minutos, la brisa comenzó a aumentar un poco debido a la hora que era. Decidieron regresar a su departamento para dar por terminada la salida.

-¡Hogar, dulce hogar!- Soarin se aventó sobre el sofá de dos asientos.

-Supongo que como ya comimos ya no comeremos de nuevo- se resignó la ojiamatista tomando asiento en el sillón.

-No, hasta la cena-

-Sin discusiones, yo ordenaré y pagaré la comida a domicilio- el peliazul se levantó de su posición y se sentó.

Estaba a punto de reclamar cuando te recordó las primeras palabras de la chica, solo pudo quedar con la boca abierta y sonreírle sinceramente al aceptar el trato.

-¿Te gusta la pizza con spaghetti?- preguntó revisando el teléfono.

-Me fascina- respondió teniendo la mirada alta observando en el techo.

¿Cómo había llegado un ángel hasta él?

¡Como prometí! Especial de San Valentín UwU. En México, ya son las 1:23 AM... Entonces agradezco sus votos y lecturas, por supuesto también comentarios, no solo en ésta historia sino también en las otras.

Espero actualizar pronto xd, estoy en exámenes. Saludos a todos :3 ¡Aún falta mucho por ver! 'w'

Bye~
Starly✓