5. Rendición

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Su primer turno había terminado, según la doctora Sanz esta semana estaría en el turno de mañana – tarde y para la siguiente ocuparía el de la tarde – noche, así sucesivamente, se había sentido muy cómoda en la zona de emergencias, todavía no tenía un doctor asignado pero todos le habían dado libertad de opinar en sus diagnósticos y se sentía realizada de poder realizar los primeros auxilios a un joven que vino con un profundo corte en la mano.

Llegó a su casa exhausta a media tarde, en la puerta la esperaba Soledad con un poco de comida, ella sonrió y le dio un beso en la mejilla, ambas entraron dentro de su casa, dejó su chaqueta y su bolsa encima del sofá y se sentó a la mesa.

Soledad: supuse que aún no comerías.

Irina: acertaste Soledad, entre el hambre y el cansancio no puedo con el cuerpo-apuntó con una sonrisa.

Soledad: sin embargo no pierdes tu sonrisa-depositó el plato encima de la mesa e Irina comenzó a comer.

Irina: disfruté tanto... en realidad, me sentí muy bien, los doctores son muy amables y me dan mucha participación.

Soledad: ¿Qué zona te encargaron cielo?

Irina: la de urgencias, a veces es algo complicado, cuando estuve en las prácticas vi mil cosas-suspiró-pero bueno... me gusta estar allí.

Soledad: todo tiene su parte positiva y su parte negativa, eso de siempre lo sabes cariño-se sentó frente a ella viéndola comer-deberías pensar en llevarte algo para comer allí, vienes con un hambre voraz...

Irina: lo sé-soltó una risa.

Andrea entró en su despacho con una amplia sonrisa, la comida había estado genial, se acercó al extenso ventanal de su despacho y se acarició el cuello a la vez que se mordía el labio, todavía podía sentir sobre su pie el latente miembro de Samuel... "Dios ¿qué me está pasando contigo?", ¿Por qué si él no quería no podía pasar igualmente? ¿Por qué ya no deseaba a su novio? Necesitaba sentirlo de nuevo o se volvería loca, entonces cogió su móvil.

✓Te parecerá bonito lo que hiciste durante la comida ¿no?

Samuel G.: ¿Te lo pareció a ti? Te pasaste...

✓Veo que tu amigo sigue igual que hace dos años... todavía lo recuerdo perfectamente.

Samuel G.: Basta... deja ya este juego Andrea, me estas torturando.

✓Es fácil... solo tienes que ceder, ahora que vamos a trabajar juntos con el acuerdo de los japoneses tendremos muchas oportunidades...

Samuel G.: nuestra relación va ser estrictamente profesional.

✓Eso ya lo veremos...

Ignacio y Flavio entraban en el despacho de la presidencia para ultimar los detalles sobre la producción del nuevo licor que tenían entre las manos, ya contaban a sus espaldas con varias marcas conocidas de licores y ahora se estaban aventurando a los licores con diversos sabores.

Ignacio: ese chico realmente llega a impresionarme.

Flavio: realmente fue un acierto por tu parte ascenderlo, nosotros no hubiésemos conseguido que los japoneses nos respondiesen a un correo... Es mucho más útil que Daniel-su padre alzó una ceja-hablando en confianza.

Ignacio: lo sé, pero ya sabes que Daniel me va servir a la larga... su padre es juez y tiene muchos contactos en la corte, además de con muchos abogados, tengo que casarlo con Andrea, necesito cubrir las espaldas de esta fortuna.

LLEVAME A LO PROHIBIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora