LLEVAME A LO PROHIBIDO

9. Vamos viendo

Irina terminó lo más pronto posible en la sala de urgencias y le pidió a María que la cubriese en lo que se tomaba un descanso para irse a tomar ese café con Flavio, ligeramente se sentía emocionada, no era la primera vez que un hombre le pedía tomar un café o incluso tenía una cita, pero si era la primera vez que aceptaba, ¿Cómo no aceptar?

Irina: perdona la tardanza...

Flavio: no... perdona tu-sonrió, aquella sonrisa la traería de cabeza-siento venir en tu horario laboral.

Irina: no te preocupes, todavía no tomara el descanso así que de paso que me lo tomó hablo contigo, mato dos pájaros de un tiro-se rió inocentemente de su propio comentario y él le brindó un café.

Flavio: no sabía cómo te gustaba así que te lo pedí como el mío.

Irina: no tengo ninguna preferencia por el café, gracias-en verdad si la tenía... café con leche largo, clarito, con dos cucharadas de azúcar y templado, pero no quería hacerle un desaire a Flavio... no en ese ¿primer encuentro?

Flavio: cuéntame de ti ¿llevas mucho tiempo trabajando aquí?

Irina: bueno... acabo de salir de la carrera, llevo casi una semana ejerciendo enfermería-Flavio comenzó a toser.

Flavio: ¿una semana?-ella afirmó con una sonrisa un poco tímida-Eras novata... me colocaste el hombro sin más...

Irina: si...

Flavio: ¡Vaya! Me tienes impresionado-su rubor comenzó a aparecer en las mejillas-pocos días y te mueves como si llevases toda la vida.

Irina: muchas gracias... ¿y tú? ¿A qué te dedicas?

Flavio: soy el vicepresidente de una empresa de licores-ella abrió los ojos impresionada.

Irina: con razón la mansión que te mandas-él soltó una carcajada-es un cargo muy importante ¿Verdad? Te habrá costado mucho llegar hasta allí

Flavio: no te creas, fueron 6 horas de parto un poco intensas pero sin más-ella frunció el ceño sin entender y el soltó una amplia risa-soy el hijo del jefe.

Irina: oh... vaya-soltó una risa.

Flavio: ¿has probado alguna vez nuestro licor?

Irina: la verdad es que no acostumbro beber alcohol.

Flavio: una probadita nunca le hizo mal a nadie, ¿Cuándo quieres que te lleve a probarlo?

Irina: ¿perdón?-pestañeó de forma continuada, le estaba pidiendo de verse de nuevo

Flavio: quiero verte fuera del hospital y que pruebes el licor que fabrico... ¿una cita?

Irina: una... una... ¿una cita?

Flavio: mañana a las 9.30.

Irina: mañana a las 9.30-sonrió, mientras veía a Flavio apuntar la dirección de un restaurante en un papel

Flavio: preguntas por mí-le pasó el papel y se inclinó para darle un dulce beso en la comisura del labio percatándose del efecto que causaba en ella, con una sonrisa abandonó la cafetería sabiendo como embaucar a ese tipo de mujeres.

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Andrea rebuscaba en la azotea mientras Samuel se subía nuevamente los pantalones, metió la camisa por dentro del pantalón y se acomodó la ropa, la observaba con una sonrisa, realmente era agradable verla y estar con ella.

Samuel: ¿Qué buscas?

Andrea: ¡Mis bragas!-él soltó una carcajada.

Samuel: te las he roto ¿recuerdas?-ella recordó aquel momento, como no recordarlo, cerró los ojos con paciencia.