La mañana siguiente (Parte 1)

1.4K 26 8
                                    

Desperté con un terrible dolor de espalda, cuando pude abrir mis ojos a conciencia me di cuenta de que estaba desnudo encima de mi padre, podía oír como aún seguía profundamente dormido, su respiración tan tranquila y su cuerpo calientito me dieron un poco de ternura, anoche antes de dormir imaginaba como me sentiría por la mañana, como una completa zorra. Pero no fue así, no me arrepiento de lo que sucedió y que mejor persona para perder la virginidad que con alguien que te amará incondicionalmente.

Seguí recostado junto a él, viendo su cuerpo, admito que mi papá no es el hombre más atractivo del mundo, pero si se defiende, comencé a quitar la sábana que recubría su cuerpo, al fin pude ver tranquilamente su miembro, aún flácido se veía grande y sentirlo con mi mano me daba ganas de masturbarlo todo el día hasta que me llenara de semen el cuerpo.

Me aventure a ponerlo en mi boca, sentir la textura y el grosor que en ese momento no era grande, era algo divertido incluso, ver como un pedacito de carne se convertía en un tronco enorme, me había hecho adicto a mamar vergas, y es que como no hacerlo si se siente tan bien tener a alguien a ti disposición a cambio de placer. Mi padre fue despertando y al verme una enorme sonrisa iluminó su rostro

-Solo no tardes, no quiero que llegues tarde a la nueva escuela - la idea no me emocionaba mucho, comenzar a conocer gente y tener que ir a clases nuevamente, sonaba detestable, así que intentaría retrasar todo para no tener que llegar a esa tortura llamada escuela. Me encime de él y aún desnudo por la noche anterior me pose encima de él, mi ano de estaba a acostumbrando al intruso que tanto placer me causaba, y luchando contra el dolor que sentía por mi inexperiencia comencé a moverme, subía y bajaba, veía la expresión de placer en la cara de mi Papi y eso me excitaba aún más, mi erección ya estaba al tope y el placer era algo indescriptible.

-Nalgueame!- dije gritando mientras incrementaba la velocidad - hazlo fuerte, golpeame, hazme sentir.

Y para mi sorpresa el lo hizo, sentí como su gran mano había impactado en mi trasero, una especie de escalofrío recorrió mi cuerpo y me hizo estremecerme, y cuando menos lo esperaba llegó una más, otra y otra, hasta que simplemente deje de pensar y me deje llevar por la verga que estaba tan dentro de mí y las manos que me marcaban a cada palmada

El calor que emanabamos era incluso más caluroso que el mismo infierno, su respiración se oía entrecortada y notaba las gotas de sudor cayendo por su frente, hasta que lo sentí, mi interior lleno de la semilla de mi progenitor, sus músculos se tensaron y sin importarme yo seguí usando su miembro a mi placer. Tomamos un baño juntos, fue una ducha rápida pero no perdí la oportunidad de tallar su espalda y tocar a mi gusto al hermoso semental que me estaba echando.

Me preparé con una ropa cualquiera, mi nueva escuela no usaba uniforme lo que era una tortura para mí, me gustaba usar lo mismo que todos, sin que hubiera gente sintiéndose superior o juzgandote por lo que llevas, caminé hasta lo que sería mi nueva aula, debido a mi tardanza matutina ya todos se encontraban dentro del salón, y justo en mi primer día cuando pude haber causado una buena impresión se me ocurre llegar tarde.

El profesor ya se notaba entre sus 50 años, su voz era una especie de somnifero para mí así que intente buscar a alguien con quien hablar, a mi lado una tipa checaba insistentemente su celular, incluso cuando ya había pasado la misma publicación tantas veces, por el otro lado un chico con la misma cara de sufrimiento que yo intentaba no cabecear, se estiraba los ojos con las manos, se movía de un lado a otro jaja era divertido, seguramente había pasado una mala noche, y ahorita sufría las consecuencias.

Después de otra tediosa clase más salí al receso, fui a comprar algo a la cafetería, por suerte para mí había gran variedad de opciones, así que al menos no sufrí por comer algo que no me gustará, al buscar dónde sentarme un grupo de chicos de mí salón me invitaron a sentarme con ellos, todos de veían tan huecos e idiotas, pero uno de ellos era lindo, su rostro se veía tan terso y sus brazos bien trabajados no me dejaban quitarle el ojo de encima, hasta que él me vio y la incomodidad me obligó a desviar la mirada. Pero la suya siguió en mi, como si me analizará, quizás solo eran ideas mías, pero si alguien se iba a interesar en mi realmente me gustaría que fuera él, mi perdición de ojos azules.

La Parte Excitante De Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora