Las cosas no iban perfectamente o como yo lo esperaba. Era típicamente aburrida sin ella. Y Aun que los chicos me invitaran a fiestas llenas de sexo, simplemente no me convencía, no era cómodo, ya no. Dejé de pensar en sexo, locuras y rompimiento de corazones. No he visto a Emma fuera de clases, y es un progreso muy bueno o por lo menos para mí. No tener sexo en más de una semana te puede ayudar, y bastante. Lo más horrible era el deseo, el maldito deseo de ver el cuerpo de Jane y aun que lo he superado al menos a un 70% no dejo de pensar en ella en mi cama, desnuda. Sí, mi mente estaba un poco más abierta a todo, y también conocí algo que le gusta a Jane. "Las bromas". Pero hasta ahora no me he acercado a decirle algo, la valentía que tenía se esfumo por arte de magia. No lo entendía, enserio. Cuando tenía algunos "trucos", por decirlo así, no tenía ni siquiera la demasiada seguridad de que la hiciera reír, o por lo menos no saliera pisoteado de ello.
Apuesto que Steve, Andrés y David están demasiado descuidados puesto que no he ido con ellos a alguna fiesta últimamente. No es que no quiera, más bien quiero cambiar. Para gustar e impresionar a Jane. Mentiría diciendo que no me duele el hecho de que me ignore en cada momento que puede. Me molesto conmigo, y creo que soy de lo más miserable puesto que, no había pasado por esto, precisamente. "Amor" o "Enamoramiento" desde hace ya tiempo. Comenzaba a olvidar como era sentirse así, de esta manera. Nunca salía con una chica por amor, sino por la única razón de que son guapas y tienen un cuerpo muy atractivo... Y bueno, por sexo. Después me aburro de ellas y las deshecho, como si fueran basura. Me he puesto a pensar, entre ellas estaba Angie, la chica más tierna que puedas conocer en tu jodida vida. Nunca me gustó el solo hecho de que me abrazara y me digiera "Te quiero" o frases como esas. Nunca, nunca la tomé en cuenta, y ni siquiera se me pasó por la mente que ella me quería. No como todas las chicas con las que he salido. Y eso me ponía mal, no tenía deseos de volver con ella, no. Ahora mi corazón y pensamientos tenían un nuevo huésped, Jane Walker. Sin embargo me sentía mal por Angie, y por todas las chicas que usé. En primer lugar por no valorarse a sí mismas, y dejarse llevar por el placer de sexo. Angie, no. Pero incluso no se valoró a si misma saliendo con un patán como yo.
«No eres perfecto, Logan. La vida es así, cometes errores, y logras comprenderlos en sí, y no volver a cometerlos, y al mismo tiempo aprendes de lo que está hecha la vida ahora». Eso lo dijo mamá, al siguiente día que hablé con ella... Precisamente de Jane. Me sentí fatal de no poder contarle todo lo que hice y sigo haciendo. Era incomodo que ella me preguntara porque Jane no quería salir conmigo. Y yo solo le contesté: «Soy una persona demasiado superficial, y no me interesan los sentimientos de los demás hacía mí, ni los míos hacia ellos. Es una forma mejor de no sufrir». Y comprendo que ella se sintió mal, quizá pensó que de una u otra manera era su culpa,
pero no era así. Era mi maldita manera de pensar, que yo superaba a todos, y al mismo tiempo no quería ser yo quien estuviera debajo de los demás. Ese era mi punto débil, era como si me dieran un golpe en las pelotas. Así de doloroso lo sentía.
Estaba en el salón de química, cuando ella entró sin preocupación y relajada, con las manos metidas en los bolsillos de sus justos jeans de cuero color negro. Era una forma fácil de tener una erección en clases. Enserio. Eso causaba aquella chica en mí y ojala solo sea en mí y no en otros chicos. Se sentó detrás de mí. Conscientemente no quería arruinarlo. Ni siquiera le hablé, ni mucho menos la saludé. No quería arruinarlo y que Jane se cambiara de asiento. Traté de poner atención al profesor Carlisle. Era imposible. El olor de su fragancia me embriagó. Y quería que aquel perfume se impregnara en mi chaqueta, o simplemente en mi piel.
- ¿No vas a molestarme hoy, Lerman? -susurró con voz muy baja para evitar que el profesor la escuchara.
-No lo creo. -le dije seguro, sin apartar la vista del profesor - No quiero que te vallas de aquí...
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Un error: Un sacrificio.
Roman d'amourLogan Lerman es un adolescente que cree que por el simple hecho de ser popular y tener un físico extraordinario debe pisotear a los demás e incluso que las chicas estén comiendo de la palma de su mano. Y odia tener que sentir deseo por una chica sen...