No pude quedarme ahí mucho tiempo, Jane me había pisoteado, aunque un poco menos que ayer por la mañana. Me sentí bien por el elogio del choche, así que no me dolió tanto. También pensé en ella toda la noche, en sus jeans… Y como me sentiría quitándoselos. Pero obviamente faltaba muchísimo para eso, en primer lugar necesitaba salir con ella, no sé, a su lugar favorito, conquistarla a costa de todo y después llevarla a la cama. Correré con suerte si llevándola a mi cama me olvido de ella como lo he hecho con las otras chicas, y ruego que sea así. Ni siquiera me soportaba a mí mismo, siendo distinto. –«Eso significa estar enamorado, Logan»–opinó mi otro yo.
Estaba todo disperso, quería dejar de ser popular, y agradarle a Jane. Ni siquiera yo lo creía así de posible. No estaba seguro de ello a la perfección, pero si algo me estaba matando era ella, solamente ella. Y la manera en la que me hacía sentir era confusa, y me enloquecía. Enserio. Si esto seguía así, trayéndome solo dolores de cabeza y deseos que nunca serán hechos realidad, tendría que renunciar a todo, incluso a lo que soy.
Como todas las mañanas de un fracasado sábado, tenía que ir un poco a correr al parque, y de paso llevar a Luke al parque, pues mis padres no le permitían salir hasta allá. Era un desgraciado niñero. Esperaba con toda el alma no encontrarme con Jane, o me sentiría avergonzado de ser la nana de mi hermano de trece años. Me di una ducha antes de ir al parque. Me vestí normal, como un chico cualquiera, puesto que la ropa me quedaba perfecta, mi cuerpo no estaba al borde de la locura, pero tampoco estaba tan mal. Solo usaba camisas justas para que mostraran cuan sexy soy, y claramente un poco de mi cuerpo muy bien formado. No estaba tan mal, o eso me decían todas las chicas.
— ¿Estás listo, Luke? —le dije a mi hermano quien estaba jugando videojuegos en su habitación.
— Ya apago esto, y voy para allá. ¿Vale? —murmuró mirando el televisor y moviéndose de lado a lado.
—No tenemos tiempo, Luke. Anda, se nos hará tarde.
Apagó su videojuego y el televisor de un solo golpe. Se cambió la camiseta y el par de tenis, creativamente por unas zapatillas supra color morado. Joder. Este niño tardaba minutos eligiendo entre dos pares de supras. Su decisión era entre “morados o dorados”. Me da igual ambos le quedaban bien, y a pesar de ser tan pequeño le motivaba demasiado la moda, y estar bien vestido… Por supuesto para impresionar a sus amigos.
Salimos de la casa y yo comencé a trotar. Mientras Luke se colocaba los audífonos en los oídos y tarareaba las canciones. Me pasé la mano por la frente, limpiándome un poco de sudor. Y me sorprendí al ver quien venía trotando de frente hacía mí. Era una señora de alrededor de treinta y cinco años, tal vez. Rubia y con buen cuerpo pero eso no fue lo que me sorprendió. A su lado estaba Jane, con un short color negro, demasiado ajustado. Junto con una blusa top, color blanco con un poco de brillos y encaje. Estaba hermosa, y se veía feliz. Le sonreía y al mismo tiempo reía con la rubia, quise suponer que era su madre, ambas eran lindas, y si las observabas con calma eran idénticas. Sonreí como idiota al verla.
Ambas caminaron sin siquiera darse cuenta de mí presencia. Y eso me hizo sentir bien, aunque con exactitud no supiera el por qué. Solo me conformé con ver su sonrisa. Y muy distinta a la que finge en el colegio, no la entendía. Ella es especial de alguna manera y me encanta que sea así. Después de una larga trotada hasta el parque me senté en una banca cerca de Luke. Él jugaba futbol con Drake y Edward.
Mi celular vibró en mi bolsillo y contesté con curiosidad. No conocía el número. Estaba esperanzado que de alguna manera fuera ella.
—Ey, bro. ¿Dónde estás?—dijo Andrés. — Estamos con unas cuantas chicas, te quieren ver. Ya sabrás que es lo que quieren de ti.
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Un error: Un sacrificio.
RomansaLogan Lerman es un adolescente que cree que por el simple hecho de ser popular y tener un físico extraordinario debe pisotear a los demás e incluso que las chicas estén comiendo de la palma de su mano. Y odia tener que sentir deseo por una chica sen...