禁じられた森 | ɮօѕզʊɛ քʀօɦíɮíɖօ | YOONTAE

Prólogo࿐ೢִֶָ

Esto no es mi culpa, no es mi culpa dejarlo aquí… yo no quería tenerlo, me obligaron ¿Cómo mantendré a un niño cuando no puedo mantenerme?. Es por su bien, mejor dicho es por el mío. Aun soy joven como para cargar responsabilidades tenerlo solo fue un error.

-¿piensas dejarlo en este bosque de mala muerte? Por qué no lo llevas a un orfanatorio..

-no quiero que me vinculen algún día con él, ¿que dirán mis padres cuando se enteren? Solo quiero deshacerme de este error Sarah, si es verdad lo del bosque esto sería como una ofrenda así que estaría bendecida por traerles alimento y además de que es un bebé una criatura inocente, será apetitoso para ellos.

-realmente no puedo creer que digas esto, no sientes remordimiento es una criatura indefensa… -dijo con tristeza.

-bueno entonces… hazte cargo tú! – entregando al bebé a sus brazos.

-aunque quisiera no podría y lo sabes Ji yoon…. – bajo la mirada

-entonces no hables si tú tampoco puedes!! –Ji yoon habló molesta.

-pero te puedes arrepentir en algún futuro, es tu hijo y si no lo querías por que no te cuidaste en un principio…

Ji yoon estaba a punto de contestar cuando el ruido de un árbol cayendo las asustó.

-hay que irnos de aquí… - jiyoon dejo el canasto con el bebé dentro y tomo la mano de Sarah para salir de aquel bosque rápido. Ella jamás se arrepentiría de haberse deshecho de aquel error.

Alguien escondido detrás de un árbol observaba aquel acto tan inhumano, cuando aquellas mujeres se fueron se acercó con cautela y miro a la criatura. Era muy diferente a ellos, ¿Por qué esta blandito y pálido? ¿Por qué es pequeño? Aquellas preguntas que no tenían respuestas para aquel inexperto goblin que observaba curioso al bebé.

Iba a tomarlo en brazos cuando una voz lo llamó alertándolo para esconder detrás de el a la extraña criatura, a su divinidad no le gustaría saber que hay un intruso en el bosque.

-Jimin.. ¿qué haces tan lejos del templo? – preguntó confundido el dios.

- s-solo quería jugar un poco, además los humanos no están en la noche ya que es el trato dios  Min

- en eso tienes razón, pero estas nervioso… ¿qué tienes atrás de ti? Sabes que no puedes ocultarme nada.

- es…una canasta –dijo con una sonrisa el pequeño goblin.

-eso ya lo sé –suspiro.- que hay dentro de ella

-n-no hay…-el llanto de la criatura lo delato y el gesto del dios  cambio.

- ¿que hace ese humano aquí? Acaso me lo ibas a ocultar – bufo enojado.

- sabía que usted lastimaría o mataría a esta criatura…

-los humanos no están permitidos aquí, dame al bebé para deshacerme de el!

El goblin negó con temor.El dios enojado empujó al menor para acercarse, extendió sus manos las cuales ya estaban listas para matarlo pero se quedó inmóvil al ver como él bebe tomaba entre sus pequeñas manos uno de sus dedos mientras dejaba de llorar.

Fue la peor idea verlo a los ojos y quedar maravillado ante ellos, aquellos ojos que serían su perdición.

El pequeño goblin cerró sus ojos para no ver como mataban a la criatura pero al no escuchar agonía alguna abrió los ojos quedando estupefacto al ver como su dios miraba con anhelo aquel ser.

-Amo min… - susurró con temor.

El dios despertó de aquel transe y quitó su mano alejándose del bebé.

-lleva a esta criatura sucia al templo y haz algo para que deje de llorar, después de eso llévalo de regreso con los humanos, él no puede estar aquí.

Fue lo único que dijo antes de retirarse. Jimin miro con tristeza a la criatura y lo tomo en brazos para llevarlo al templo con cuidado de que los demás espíritus no lo vean.