¿Por qué las personas son egoístas? ¿ Por qué siempre piensan en sí mismo? ¿Por qué no se hacen cargo de sus errores y prefieren que otros paguen por ellos? Aquellas preguntas jamás serán respondidas.
Que culpa tenia aquel niño para ser abandonado...
Ninguna persona se apiada de aquellos que lo perdieron todo, ser los últimos goblins humanos es una maldición. No eres querido ni en el mundo humano ni en el espiritual, nuestra aldea fue quemada por los humanos al ser "fenómenos", huir era la único que nos quedaba al igual que solo estar juntos.
- Tengo hambre Jin hyung. - mencionó el menor de ambos para jalar un poco la ropa sucia del mayor.
- yo igual Jimin-ah, pero no tenemos que comer. - admitió mirando a su alrededor, los demás espíritus los miraban con desagrado alejándose de ellos.- traeré un poco de comida, espera aquí.
El menor se sentó en el frío piso viendo como el mayor se iba, cerró los ojos recordando como su casa y el de los demás eran envueltas en llamas, solo Jin y el lograron escapar al ir por peces en el río. Tenía miedo pero estaría seguro si permanecían juntos, era difícil por ser menores, Jin apenas cumplió 16 años y el 13.
Abrió los ojos al sentir que era jalado pero se tranquilo al ver que era Jin.
- corre ahora Jimin, si no nos alcanzarán. - dijo preocupado el mayor para correr con todas sus fuerzas tratando de perder de vista al vendedor.
- Jin, estoy cansado... - admitió el menor sin dejar de correr, se detuvieron al ver que ya no los seguían.
-perdón por hacerte correr Jimin-ah, pero lo bueno de esto es que tenemos comida. - mostró los panes y el agua que traía consigo.
- ¿los robaste? Pero eso es malo Jin hyung. - el menor lo miró sorprendido.
- lo se, pero no tenemos opción, nadie nos quiere dar nada, tenemos que sobrevivir por nuestra cuenta pero tu no lo hagas, la persona que tiene que manchar sus manos seré yo. - Jin se sentó para sacar una pieza de pan y dársela a Jimin. - ahora come, esta caliente y se ve delicioso.
Jimin soltó una leve risa para sentarse a su lado y comer la deliciosa comida que consiguió el mayor.
- Jin, ¿por qué no podemos ir al mundo espiritual? - preguntó con curiosidad el menor.
- por qué no somos espíritus naturalmente, tenemos un cuerpo humano, pero sería increíble ver lo que los ancianos mencionan.
- Jin, ¿me enseñarás a controlar mis poderes?
El mayor asintió revolviendo su cabello, tenía que cuidar de Jimin, no importaba que pasara con el mientras pueda mantener a salvo al menor.
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Llevaban días caminando de un lado a otro buscando que comer, no podían robar comida de ese puesto de nuevo ya que al intentar hacerlo el mayor fue recibido por varios golpes dados por los dueños.
Estaba desesperado, Jimin tenía hambre y no habían descansado bien ya que cuando lo intentaban eran corridos o golpeados por las personas por ser diferentes.
-Jin, ya no puedo continuar... - el menor se dejó caer al suelo.
-n-no digas eso Jimin-ah, no falta mucho para el siguiente pueblo. - al ver que el menor no se levantaba optó por cargarlo en su espalda y seguir caminando.
