-¡Los quiero, adiós!
Cierro la puerta de casa y miro hacia donde vive Caleb pero no hay rastro de el así que a paso apresurado me dirijo al Insti.
Quince largos minutos después me encuentro jadeando y con la lengua de corbata, literal, en la entrada principal de los que muchos llaman infierno. Empiezo a avanzar hasta llegar a mi aula. Se preguntarán ¿por que tanta prisa? me trasnoche por estar pensando en el mensaje que me envió Susan, tratando de averiguar que se traía en manos; así que caí dormida a eso de las 4am y por consiguiente desperté demasiado tarde.
Me detengo delante la puerta del Salón de clases y respirando profundo doy tres pequeños golpes, inmediatamente esta se abre lo primero que veo es el rostro malacaroso del profe. Todo un encanto
-Tardes señorita Amelia ¿me explica que son estas horas?
-Claro querido profesor -nótese el sarcasmo -imagínese que no sonó mi alarma -puse cara de angustia mientras atravesaba la entrada
-Si, me lo imagino; Una terrible historia... Pero siempre la misma excusa
-Con todo respeto señor, si sabe que voy a responder eso ¿porque pregunta? -camino hacia mi mesa como si nada y el profesor suelta un suspiro exasperado para luego continuar con la clase
•••
Estoy muriendo lentamente, quiero mi cama, mi comida, mi preciada comida. No aguanto más, hoy las clases se me hicieron asquerosamente largas, así que estoy caminado por los pasillos como un muero viviente; voy tan concentrada en las baldosas del piso que al escuchar un grito agudo pego un brinco que casi me hace tocar el cielo.
-¡¿NATALY VES ESO?! ¡Por donde va caminando la aberración humana esta dejando un gran charco de grasa! -y esa chicos y chicas es (redoble de tambores) ¡¡¡SUSAN!!!, Nataly su secuaz, me mira con asco ¡ash! estas dos molestan más que un grano en el trasero; nunca he tenido uno, solo es un dicho.
-¡Oh Susan! Lo que dices ver ahí es grasa de la buena, hace ver el suelo más limpio y lindo de lo normal, además lo protege de tus sucias pisadas de sarrapastrosa -le dedico una sonrisa angelical, las dos me fulminan pero no dicen nada, asi que sin más sigo mi camino
Paso por su lado y me adelanto unos cuatro metros cuando la escucho llamarme, solo me volteo con expresión de fastidio en mi rostro
-Amelia, con respecto al mensaje, te aconsejo que abras los ojos y fijes quien está verdaderamente a tu lado, claro, y también consigue más amigos... Los necesitarás -la miro con cara de ¿wtf? y Nataly me da una sonrisa de suficiencia.
•••
El resto de la semana Caleb no se dejó ver por ningún lado, fui a su casa y le pregunté a Margaret por él; dijo que casi no había salido, que ha estado muy callado estos últimos días, iba s pasar para hablar con él pero su madre no me dejó; Caleb le específico que no quería ver a NADIE y por supuesto yo entraba ahí
Me preocupa que este pasando por algúna depresión como las que ha tenido antes por culpa de sus padres, y si es así me gustaría estar a su lado reconfortandolo. De pequeños hicimos un pactó, íbamos a estar el uno pars el otro en las buenas y malas sin importar nada... Es algo que jamás podemos romper.
-Lión, Pipo es hora de comer -desde hace rato estaba jugando con mis dos amores, mis perros. A Pipo lo adopte cuando tenía un mes de nacido, ahora tiene ocho meses y a lión lo adopte hace cuatro meses también con tan solo un mes, a simple vista son unas ternuras pero cuando se ponen traviesos nadie se los aguanta. No son de raza fina, son cruzados con yo no se que perros de nombres todos raros, la verdad no se mucho de eso.
Les dejo comida a cada uno en su vasija correspondiente y cierro la puerta del patio. Dirijo los pies hacia mi habitación para luego darme una relajante ducha, ya lista agarro mi celular y pongo a sonar mi playlist favorita.
Me desnudo y miro hacia el espejo que ocupa una pared completa del lado de la ducha. Empiezo a observar mis gordas y flacidas piernas, sigo subiendo mi vista y miro detenidamente mi también gordo, deformado y flacido abdomen, mis redondos senos y por último mi cara; mis grandes y rosadas mejillas. Muchos creerán que por ser tan gorda me desprecio a mi misma, pero no saben cuanto se equivocan.
A mis diecisiete años es raro ser tan gordo en esta small city, peso 80 kg y mido 1,65 cm. Me causa gracia las miradas que me da la gente cuando camino por las calles, en esta ciudad todas las mujeres se cuidan demasiado para no coger kilos de más, así que soy la única gorda (sin exagerar). Por eso en el Instituto me hacen "Bullying"; pegan carteles editados en mi casillero y gritandome ofensas por los pasillos. Desde los diez años empezó mi problema de obesidad, los especialistas dicen que sufro de ansiedad, asi que cada vez que estoy nerviosa, asustada, enojada, etc; recurro a la comida nada saludable.
En ese tiempo a pesar de tener a Caleb siempre conmigo intentaba hacer más amigos, pero cuando me le acercaba a algún compañero me miraba con fastidio y se alejaba, cada vez que pasaba algo así me refugiaba en los brazos de mi mejor amigo.Debo admitir que me costo bastante tiempo acostumbrarme a todas las burlas, pero todo ese sufrimiento valió la pena porque me hizo fuerte y ahora ya no me importa nada de nada.
Le guiño un ojo a la chica del espejo y abro la ducha.=====================================
Bueeeeeno mis aguacaticos hermosos aquí está el 2do cap de AMELIA, espero les guste.No olviden comentaaaaaaar
Amor y paz
Sarita
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AMELIA
Teen FictionAmelia es una tierna chica gorda; diariamente tiene que enfrentarse a los murmullos y ofensas por parte de las personas de su comunidad, pero sorprendentemente a ella no le importan sus comentarios. Ella vive feliz y es capaz de soportar todo esto...