AMELIA

CAPÍTULO 8

-He dicho Hola -pero si es estúpido. ¿No se da cuenta que lo estoy ignorando?.

-¿Que quieres? ¿Tienes fiebre? ¿Te golpeaste la cabeza? -evitaba mirarlo a la cara porque si lo hacía probablemente le arrancaría los ojos.

-Estoy perfectamente bien, gracias por preocuparte, dime ¿Como estás?

Ah que descaro, quiero lanzarlo por la ventana.

-Estaba perfectamente bien, disfrutando mi soledad hasta que un aborto de mono se acercó -lo miro a los ojos sin ninguna emoción pero me percato de que me está mirando de una manera diferente a como lo ha hecho siempre y no es mi imaginación. Aparto la mirada y la fijo en el tablero.

-Amelia yo...

-Mira Frank -lo interrumpo -No se lo que tramas y tampoco me interesa, así que, te pido que te vallas con tu "amabilidad" a otra parte muy lejos de mi -siento su mirada penetrante más no lo miro y se aleja.

Unos minutos antes de finalizar la clase de Geografía el profesor anuncia que va a dejar un trabajo en parejas.

¿Por qué ahora que no tengo amigo? Bueno, está clase tampoco la comparto con Caleb.

-Danna y Carlos, Lily y Julio, Mateo y...

Estos son los peores momentos en la historia de mi vida.

-Y por último -si, ya se con quien me toca. Que me trague la tierra en este mismo momento -Amelia y Frank -esto me parece tan cliché -Pueden salir.

Me acerco rápido al profesor para persuadirlo que me cambié de pareja o me deje sola.

Veo que Frank no se ha parado de su puesto, seguro quiere chismorrear.

-Señor, quiero comentarle que el fin de semana no voy a estar en la ciudad por problemas familiares, así que no podré reunirme con el compañero que me asignó. Para ver si me...

El profe se rasca la calva y suelta un suspiro exasperado.

-Amelia, no puedo hacer nada al respecto -mira hacia donde esta el adefesio -Frank ven, como no se pueden reunir por el inconveniente de la señorita se repartirán la información del tema que les asigné y lo estudian por separado, así yo no tengo que desorganizar las parejas y ustedes exponen el día que les toca. Se pueden retirar.

A paso apresurado salgo del salón cuando siento que alguien me detiene del hombro. Precisamente lo que quería evitar.

-¿Por qué mentiste? -Nunca en la vida alguien me había mirado de esa manera tan penetrante y suave a la vez y que el lo haga ahora, hace que me estremezca.

-Porque no quiero tener nada que ver contigo. Esta tarde te mando por facebook los temas que te corresponden, adiós -no alcanzo a dar dos pasos cuando me detiene de nuevo -¿Ahora que Frank?

Si, se que es muy estúpido de mi parte hablar con él como si nada, pero hasta el momento no ha sido grosero conmigo como para tratarlo mal o algo parecido.

-Yo... -se rasca la nuca, ¿esta nervioso? -Necesito hablar contigo.

-¿En que idioma tengo que hablar para que entiendas? No quiero tener nada que ver contigo -levanto los brazos exasperada -¿Es muy difícil de entender? Estas actuando realmente extraño; me has hecho la vida imposible durante varios años y ahora vienes a querer hablar conmigo de la noche a la mañana y no es todo, lo haces de una manera tan amble y suave que me saca de mis casillas. La verdad prefiero que me sigas humillando hasta la graduación a que seas "amable" porque te digo que esa amabilidad no me convence ni un poco.

¡Dios! Me faltaba decirle muchas cosas más, pero será otro día.

-Solo dejame decirte algo que he ocultado por mucho tiempo -me agarra suavemente de los hombros y me acerca a el, quedo tan cerca que puedo ver el pequeño lunar arriba de su labio. Lástima que un cuerpo tan lindo tenga un corazón tan negro y podrido como el suyo.

Lo observo, parece sincero, pero a estas alturas de la vida no puedo confiar ni en mi propia sombra.

Me suelto de su agarre y me voy corriendo para la otra clase.

•••

Voy camino a la cafetería del Colegio, cuando entro todo el mundo deja lo que está haciendo por mirarme a mi. ¡¡Puff menudos idiotas!!

Pongo en mi bandeja un emparedado, una Coca~Cola y me siento en la única mesa vacía que extrañamente es la del medió, me doy cuenta que Caleb está con su grupito a unas tres mesas de distancia y para mi desgracia estamos cara a cara.

Estoy tan concentrada terminando mi "almuerzo" y sumida en mis pensamientos que no me había dado cuenta que hay alguien a mi lado.

-¡Cero, te estoy  hablando¡ ¿Aparte de gorda, sorda? -me hago de oídos sordos y miro a Caleb que está atento a los movimientos de Súsan, abre los ojos sorprendido y espero lo peor.

Siento que algo líquido resbala por mi cabeza hasta llegar a la blusa que tengo puesta. Me tenso y aprieto los puños.

Caleb ven, defiendeme como siempre lo has hecho. Te necesito.