Caleb ven, defiendeme como siempre lo has hecho. Te necesito.
Lo único que hace es apartar la mirada y seguir comiendo. Me voy a parar para darle su merecido a Susan pero Frank se me adelanta.
-¿Que haces Susan? Nunca hacemos cosas así, no agredimos a las personas físicamente
-¿Que te pasa Frank? A la gorda ésta le podemos hacer lo que nos dé la gana -me iba a seguir echando el líquido encima pero le detengo bruscamente el brazo
-Mira zarrapastrosa, estas muy equivocada si crees que voy a dejar que me hagas lo que te venga en gana. Ya te he aguantado mucho, a ti y a tus simios; no me tiembla la mano para arreglarte un poco la cara -Agarro lo que queda de mi refresco y se lo echo encima, alcanzo a ver cómo Frank sonríe disimuladamente
Si no fuera por Frank que le detuvo la mano a Susan me hubiera pegado una cachetada.
-¡¿Que diablos haces Frank?! ¿La estas defendiendo? ¡Sueltame para poder pegarle a esta idiota! Porque si no te juro que... Te vas de nuestro grupo
Se escucharon exclamaciones de sorpresa en todo el comedor.
Frank suelta una carcajada sin gracia.
-Sabes que si, estoy de acuerdo contigo. Estoy harto de todos ustedes. Me voy y ni se les ocurra meterse conmigo... Porque no respondo
Suelta bruscamente el brazo de Susan y sale sin mirar a nadie.
El aborto de mono está más raro que nunca... ¿se irá a morir?
-Permiso su Majestad -hago una reverencia hacia Susan y salgo rumbo al baño. Se me escapa una que otra lágrima por la decepción pero desaparecen cuando meto la cabeza en el lavamanos para quitar de mi cabello el olor y lo pegajoso de la coca~cola
¡Agh! ¡Pinche vieja loca! Me mojó toda la bendita blusa.
¿Ahora que hago? Todavía faltan dos horas para salir de clases.
Le quito lo más que puedo el agua a mi cabello y salgo.
Voy lamentandome por el pasillo de ida al salón pero una figura a unos pasos me hace parar en seco.
Me observa detenidamente y hace el amague de hablar más no lo hace, alzo mis cejas y aprieto los labios para después seguir caminando, voy pasando por su lado y me detiene de la muñeca.-Se que me dijiste que no quieres tener nada que ver conmigo. Pero no me puedo permitir dejarte así, empapada, pudiendo ayudar -me extiende un saco rojo, que a simple vista se ve calientito y cómodo.
Miro hacia todo lado pensando que hacer. Creo que debo dejar el orgullo de lado al menos por hoy, porque la verdad estoy empezando a sentir frío. Tomo una bocanada de aire y recibo el saco, lo sujeto con mis muslos mientras me quito la blusa mojada y quedó en una de tirantes que tenía debajo de ésta.
Ayayaí, que calor tan rico.
A pesar de ser gorda el saco me queda un poco suelto, bueno, sólo hay que ver el cuerpo de Frank.
-No se porque estás haciendo esto, pero... - lo veo a los ojos y percibo otra vez la mirada extraña de esta mañana -Gracias.
Va a hablar pero doy media vuelta y me voy.
No se que está ocurriendo con Frank pero tampoco lo quiero averiguar.
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AMELIA
Teen FictionAmelia es una tierna chica gorda; diariamente tiene que enfrentarse a los murmullos y ofensas por parte de las personas de su comunidad, pero sorprendentemente a ella no le importan sus comentarios. Ella vive feliz y es capaz de soportar todo esto...