CAPÍTULO 3

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-¡Estoy harta! -el estúpido de Caleb no ha dado señales de vida, ya me canse de esperar a que se reportará así que voy a buscarlo y matarlo a golpes

Me organizo un poco el cabello y salgo del cuarto a paso apresurado, bajo rápidamente las escaleras y como es habitual en mi tropiezo con mis propios pies y caigo hacia adelante, creo saber que temblo hasta Narnia por mi enorme peso, me levanto de un salto, agarro las llaves de casa y abro la puerta a toda velocidad, pero como hoy el mundo está contra mi me tenía que pegar duro contra el mentón de alguien.

-¡Auch! -dijimos a la ves la otra persona y yo. Cuando logro reponerme del golpe elevo mi mirada y me encuentro con unos hermosos ojos azules que me observan con notable diversión, y se atreve a sonreír el pendejo este, ya me encargaré de borrarle esa sonrisita de su sexy rostro.

-!!Desgraciado!! ¡A ti te quería ver! ¡¿Donde estabas?! ¡En estos cuatro benditos días no he sabido nada de ti! Estaba preocupada -el tono de mi voz bajo gradualmente mientras me acordaba del desespero que sentí esos días ¡nunca había estado tanto tiempo sin saber de el! -no sabes la angustia que sentí al imagi... - no entendía porque no pude seguír hablando hasta que me percate (una eternidad después) que Caleb tenía sus labios sobre los míos.

Esto era simplemente irreal, me tocó pellizcarme disimuladamente para ver si era otra de mis alucinaciones, pero al sentir un poco de dolor solté un gemido de sorpresa; Caleb me rodeó con sus brazos y me apretó contra si ansioso esperando que le correspondiera, y eso hice. Nunca en la vida pensé que mi primer beso sería con mi mejor amigo, la verdad era demasiado extraño porque éramos casi como hermanos, en fin...lo que no se es porque este chico tan raro le dio por besarme ahora sabiendo que nos conocemos de toda la vida; de haber sabido que sus labios eran tan deliciosos yo lo hubiera hecho mucho tiempo atrás.

La intensidad con la que me besaba era deslumbrante, me hizo sentir en el paraíso con sus roces tan suaves y delicados.
Nos separamos por falta de aire, puso una mano en mi mejilla izquierda y pegó su frente con la mía para luego rodearme  nuevamente con sus brazos y yo lo sujete de su cintura; tenía la mente en blanco, no sabía que decir, vuelvo y reitero: esto es muy extraño.

Caleb tenía los ojos abiertos y me observaba de una forma abrumadora, me ponia los nervios de punta; se dió cuenta que evitaba hacer contacto visual con el por lo que me cogió de la barbilla e hizó que lo mirara, no tuve más remedio que perderme en ese mar infinito, me sonrió con ternura y volvió a apoderarse de mis labios, el beso término con un pico por su parte; lo mire asombrada por su confianza y el solo me guiño el ojo con Picardía, sobra decir que tenia las mejillas más rojas que un tomate.

Se separó lentamente de mi y lo que dijo a continuación desató el más grande nerviosismo en mi.

-Te espero esta noche a las ocho en el parque mariposa.

Y se fue ¡se fue! ¡Asi sin más!

•••

Me observo por última vez en el espejo y me siento bien por como me organicé. Bajo las escaleras, esta vez lentamente y veo a mis padres sentados en uno de los muebles de la Sala viendo televisión.

-Chicos voy a salir un rato, ahora vuelvo -les informo mientras abro la puerta.

-¿A donde vas tan hermosa? -pregunta Luis, mi padre

-Me voy a ver con Caleb -de inmediato sentí mis mejillas arder -No me miren de esa forma tan espeluznante, además saben perfectamente que Caleb y yo solo somos amigos

-Si, claro ¿entonces el espectáculo de esta mañana que fue? -al escuchar eso salir de la boca de mi madre me pongo más roja si es posible ¡DIOS! no me acordaba que ellos estaban en la cocina cuando pasó eso y al escuchar mi alegadera debieron asomarse.

{Vamos Amelia, inventa algo o evade el tema, pero rápido tonta, no nos avergoncemos más}

-¿Que espectáculo? Madre debiste haber visto mal porque no se de que hablan... En fin, los dejó que voy tarde.

Cierro la puerta de casa y tomo una gran bocanada de aire, dentro se escuchan las carcajadas de las personas que se hacen llamar mis padres.

Decir que estoy nerviosa es poco, no se porque Caleb me ha citado ¿sera para hablar de lo sucedido esta mañana? ¿Se me va a declarar? ¿Va a decir que ese beso jamás debió suceder?! ¡ash! No tengo la menor idea de que me va a decir, mi corazón va a mil por hora, me falta el oxigeno; mis extremidades tiemblan y lo más frustrante de todo es que no se porque estoy así, bueno, muy en el fondo si lo se pero me da miedo admitirlo.

Toda mi vida lo he visto como mi mejor amigo, aunque siempre me ha atraído su físico y la forma de ser conmigo; lo que sentí cuando me beso fue tan...  No tengo palabras para expresar lo que provocó en mi, pero tampoco puedo decir que estoy enamorada del el o bueno no lo se, no se cuales son los síntomas del enamoramiento, nunca he experimentado nada parecido.

A lo lejos veo un monumento en forma de mariposa de colores llamativos en medio del parque, mide seis metros cuadrados.
Sigo caminando hasta que estoy en un buen lugar para buscar a Caleb con la mirada, unos minutos después me doy cuenta que no está, debió arrepentirse, este pensamiento provocó un dolor en mi pecho; son las ocho y quince.

Desilusionada me doy la vuelta lentamente mirando mis convers y camino así unos cuantos metros hasta dar con un cuerpo que me impide el paso, detallo bien los tenis de la otra persona y a cada lado de los dos dice Amelia&CalebCaleb, el nerviosismo llega otra vez como si me hubieran tirado un balde de agua fría y agarro fuertemente los lados de mi vestido, alzo la vista y ahí está él.

-Caleb -suspiro y aprieto más fuerte mis manos.

-Mila

Y con solar referirse a mi con ese apodo que inventó tiempo atrás me derritió el corazón.




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Aquí va el 3er capítulo, espero les guste mis aguacaticos lindos.

No olviden comentar.

Amor y paz

   
Sarita

AMELIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora