Parte 5. ¿Dónde estás Moonbin?

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Sus ojos negros me miraban profundamente como si expiaran mi alma.

-¿Quién eres?- pregunté nuevamente

-Soy el hermano mayor de Lee Dongmin y he venido por él porque tenemos algo que resolver, así que si no me dices en los próximo 35 segundos dónde está, la pasarás muy mal.

Tenía mucho miedo, como nunca antes. Sabía que hablaba en serio, pero no me atrevía decirle donde estaba, tenía miedo de que le hiciera daño.

-Ya te dije que no lo sé, ¿qué te hace suponer que yo sé dónde está?- respondí lleno de temor

-Porque te observé cuando lo sacaste de la nieve y te lo llevaste.

-Ahhh... sí, yo lo llevé a casa y sané sus heridas, pero a la mañana siguiente ya se había ido el mal agradecido y desde entonces no sé nada de él- respondí de manera que pudiera creerme la mentira.

-Entiendo... Así que no sabes nada sobre él, pues déjame decirte que esta noche nadie sabrá sobre ti.


Se lanzó violentamente sobre mí y perdí el conocimiento...


Esa noche, Moonbin no llegó a su casa. Su madre angustiada llamó al colegio, pero no obtuvo respuestas, llamó a cada uno de sus compañeros, pero nadie lo había visto después de salir del colegio.

Esa noche caía nieve por montones y bajo aquella tormenta de nieve, la madre de Moonbin recorrío todo el camino hasta el colegio para saber de él, pero como por arte de magia no había ningún rastro de su hijo. Su madre notificó a la policía la desaparición de su hijo, pero debía esperar 42 horas para que la policía se encargara del asunto.

Angustiada, desesperada, decepcionada y bastante cansada, la madre de Moonbin regresó a casa con la esperanza de que su hijo estuviera ahí esperándola, pero al llegar a su casa la realidad era otra, su hijo aún no aparecía. Con el corazón roto se tiró al piso a llorar, toda aquella noche.

Eunwoo, desde el cuarto de Moonbin veía como su madre estaba destrozada por su desaparición, así que empezó a preocuparse. 

Se fue rápidamente a buscar a Moonbin en el atajo donde se encontraron la primera vez, ya que era muy común que él tomara ese atajo para llegar a casa. Buscó por largas horas de la noche, bajo aquella tormenta de nieve, pero no encontraba nada.

Ya cansado, decidió descansar un momento. Sentado sobre la nieve comenzó a pensar que le habrá pasado para no volver a su casa, cuando de pronto, vio una pluma negra sobre la nieve.


-Esta pluma... está pluma es nada más y nada menos que él... 


Rocky




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