Tengo miedo de encender la luz,
y no encontrarte aquí.
Todavía tienes las llaves,
por si las moscas.
Los problemas se han ido contigo,
y han venido sin ti.
He echado cuentas,
y las risas desde que te has ido,
han caído, en picado.
Con tu ausencia,
me he dado cuenta,
que me falto.
Te digo que los para siempre acaban terminandose,
y los nunca jamás no se cumplen.
Asi que, mejor,
no seamos nada;
he oído que duran.
Te quiero más que a mi vida,
porque no te voy a decir que eres mi vida;
es un puto desastre.
Te recuerdo,
cómo en cada poema,
que estos tatuajes que me dejaste como caricias,
no se van.
No pensaste a la hora de elegir,
escogiste a la chica de sonrisa rota,
y que en una noche pasa de escuchar Rock&Roll,
a una balada de piano;
y llorar con lo primero,
y reir cómo una tonta con lo segundo.
Te juro que pensarte es dolorsamente bonito.
Pero sería más bonito pensarnos, juntos.
Esta noche podríamos echarnos unas sonrisas de más,
en vez de echarnos de menos.
Supongo que en el cielo estás,
pero, ¿bajas un momento al infierno,
para besarme?
Tengo frío,
¿vienes ya?
Siempre tuyo. Mi corazón.
