Si y a veces no

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Dime mirándome a los labios que esto que siento aquí dentro no es más que un órgano dando golpes queriendo salir de este desastre de cuerpo.

Dime con los ojos que me quieres matar, después de este último café, amargo como el viento que nos rodea.                                                                                                                                              El viento que palabras se llevó, sin preguntar si eran de valor o nos traían a la perdición. 

Perdiendo sentimientos en cada esquina, y razones en cada cerveza. Encontrando vacío que llena al amor, evaporandose entre las yemas de este corazón.

Puede que a veces te necesite, pero luego miro la hora y es la del café, no la tuya.

Carezco de cordura en cuanto a tus labios se refieren, intenté ir despacio, para aferrarme al tiempo, sin saber que el tiempo, se aferraría a mí, recordándome tu piel, o tu esperanza.

Siempre me dijeron que sería alguien que me hiciera feliz; lo que no comprenden es que sin ti no soy yo. Y eso. Voy a esperar. A ti o a mí. El que primero que me destruya.

Soy chica de perder, y huir.

Y encontrar las cosas huyendo.

Mi cabeza anda revuelta hoy, los ojos predicen que pronto lloverá. Empiezan los truenos, que no son más que sístole y diástole, presentando el caos, que es mi vida.

Falta poco para el amanecer. O eso me dijeron. Pero aquí no parece que esta oscuridad se vaya a ir pronto.

Nunca me dijeron que tendría miedo a la oscuridad;  así que no te tuve miedo.

Desabroché mi corazón y le dejé desnudo,  mientras tu jugabas con él como un niño con un juguete nuevo.

Corre y diles que fui feliz. En algún lugar de tus ojos. O en algún lugar de tu cama.

Diles tu verdad relativa sobre el tema de amar, mientras yo pierdo la fuerza para verte hablar.

Piensa en mi cuando respires y te des cuenta que te sobra aire, cuando juntos nos ahogabamos.

Antes entre tu y yo sólo había una y de por medio. Ahora hay un pozo sin fondo lleno de recuerdos que nos recuerdan todas las calmas después de las tormentas que hubo. Tormentas que albergaban esperanza, hasta que esperanza se fue, y naufragamos.

Naufragio de dos corazones rotos, desestructurados y llenos de vacío.

Vacío inexistente en cuanto al tema de los besos hablamos. Hablábamos.

Recuerdate. No vayas a perder la cuerda que te ata al techo.

Dime o
Diles

Que los dos sabemos que vamos a sustit(huir)nos

Recuerdate que me amas, cuando te termines esa copa, y pienses que a veces si, pero otras no, el amor no es más que cuatro palabras, que describen aquello que manejabamos entre sábanas.

Oh darling;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora