-Mis parpados pesaban vi a mi alrededor todo estaba oscuro era mi habitación seguía igual desde la ultima vez que la vi, con dificultad me levante de la cama siento como mi cuerpo esta débil debió pasar demasiado tiempo abrí las cortinas del balcón pude ver desde el balcón como las Diosas estaban mal heridas y preocupadas..
—(Apenas despierto y mi vista es un asco..)
-Me recargue alado de la ventana y comencé a Cantar la canción de curación de mi madre, recuerdo que cuando me lastimaba ella tan solo cantaba y mi herida sanaba.
—(Vamos a experimentar con ustedes..)
-Mire fijamente a todas las Diosas que estaban lastimadas me deje llevar por aquellos recuerdos valiosos la melodía de la canción salia por si sola, una gran aura blanca mágica empezó a rodear a las Diosas que estaban malheridas los que estaban observando decían que era un milagro las heridas eran mortales una Diosa no cura heridas internas solo solté una sonrisa amarga.
—¿Quien eres tu..?
—¿Eh?.-Voltee a ver quien me hablaba era Sariel tenia consigo una espada entre sus manos, no tarde en fruncí el ceño al comprender la situación.
—Estabas aquí para ¿matarme?...
—N-no puede ser... ¿¡——!?-Rápidamente Sariel soltó la espada y bino hacia mi para abrazarme pero rápidamente lo empuje para apartarlo.
—¡Contesta!-Exigí.
—¡Y-yo solo recibí una orden de Lady Elizabeth ! Ella ordeno que ya no tenia sentido esperar que reaccionaras que eso jamas pasara, y ordeno a matarte desde hace años pero Mael se aseguro que estuvieras bien.
—Ya veo..-mi ojo izquierdo empezó a brillar sentí como su corazón decía la verdad.
—¿Cuanto tiempo a pasado?.
—100 años.. las cosas van en mal en peor los Demonios están acabando con el clan De las diosas incluso nos tuvimos que unir con los otros clanes.
—¿y la deidad suprema que opina de todo lo que esta pasando?.
—Si siguen así las cosas tendremos que usar nuestras vidas para invocar el ataúd eterno para sellar a los mandamientos el clan de los gigantes y el clan de las hadas e incluso los humanos están dispuestos a hacerlo.
—Esto parece serio... ¿Elizabeth que paso con ella?.
—Ella esta bien, Elizabeth no piensa involucrarse en la guerra.
—(Maldita sea esto esta peor de lo que me imagine, Espero que Elizabeth no siga con sus estúpidos juegos con el líder de los 10 mandamientos, nos llevara a la muerte a todos...)
—¿——?.
—Porfavor llévame con los demás..
-Sariel no se opuso me llevo por los largos pasillos del templo hasta la sala central, di un suspiro antes de abrir la puerta e entrar.
-Estaban Los Chicos y Elizabeth al parecer estaban hablando de como atacar al clan demoniaco, cuando se percataron de mi presencia se sorprendieron menos Mael, supuse que como el me cuido todo este tiempo sabia de mi cambio.
—¿¡Quien es ella Sariel!?-Exclamo Elizabeth.
—Pense que te darías cuenta hermanita..-Soltaste una risa amarga.
—¿¡——!?-Gritaron todos sorprendidos excepto Sariel y Mael.
—Luego sera momento de explicar por ahora necesito hablar con Elizabeth,Gloxinia y Drole..
—Hmmp, la bella durmiente apenas se despierta y ¿ya quiere dar ordenes?.-Dijo Ludociel con un tono de burla.
-En un instante aparecí frente a Ludociel frunci el ceño, no dude en tomarlo del cuello.—No estoy aquí para tus estúpidas bromas Ludociel, Estoy aquí con el único objetivo de vengarme asi que si aprecias tu vida largo.
-Todo los que estaban a mi alrededor se quedaron sorprendidos pensaban ¿si en verdad eras tu? sin pensarlo dos veces los arcangeles se salieron dejándote a solas con Gloxinia Drole y Elizabeth.
—¿Como es que sigues viva?.-contesto seco Elizabeth.
—Los ángeles no pueden morir por un simple veneno..-dije en susurro.
—¡Bueno eso no importa! vengo ayudarte.-mi rostro cambio a uno de alegría.
—¿De que hablas ——?.-Dijo Gloxinia.
—Vamos no traten de mentirme chicos yo puedo ver y leer atravez de su alma y corazón, se que tu Eli trataste de matarme junto con Meliodas y Gloxinia Drole se que ustedes los apoyan apuesto lo que quieran a que ustedes 4 quieren detener esta guerra ¿o me equivoco?.-Mis ojos empezaron a brillar.
-Todos se quedaron sorprendidos aunque me mintieran yo podía ver sus verdaderas intenciones, ver su lado malo como su lado bueno ahora era imposible perder.
—Tranquilos no les guardo rencor ¡solo quiero ayudarlos! Elizabeth tu deseas estar con Meliodas ¿o me equivoco? yo deseo terminar con el clan Demoníaco lo antes posible no quiero perder a mas personas y creo que ustedes piensan lo mismo chicos ¿no?...
—¿Que estas planeando Ángel?.-pregunto Elizabeth con desconfianza.
—¿Yo? nada simplemente ambos vamos a salir ganando, yo naci con un simple objetivo detener esta guerra cueste lo que cueste entonces ¿hay un trato?.
-Extendí mi mano una luz se formo era diferente que las del clan de las Diosas era el símbolo y la luz pura del clan Angelical.—Aquí y ahora yo juro cumplir mi promesa que hice hace años en nombre de la luz..
—Veo que despertaste...-Elizabeth soltó una sonrisa y hizo lo mismo apareció una luz entre sus manos.
—Juro cumplir mi promesa aquí y ahora en nombre de la persona que amo..
—(No tienes idea en que te metes hermanita..)-Al cerrar el pacto pude ver el futuro que le esperaba a Elizabeth junto a Meliodas era un futuro de mierda, aunque para lograrlo tengo que sacrificarme a vivir un infierno pero no me detendré esta decisión ya fue tomada desde hace tiempo..
—¿Entonces que debemos hacer?.-Contesto Drole.
—Yo tengo cosas que hacer, ayudare a los demás siento como las Diosas están muriendo cerca de aquí, si no me equivoco deben estar peleando, Elizabeth deberías cuidar a los heridos Drole Gloxinia talvez deberían volver a sus clanes no esta bien bajar la guardia.
-Todos asintieron con la cabeza, yo por mi parte fui al lugar donde sentía las muertes, y la sangre aquella presencia era reconocida para mi había pasado demasiado tiempo sin verlo internamente estaba feliz.
Continuara....
Capitulo 20 "nos volvemos a ver".
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¿Y si fuera diferente? (Meliodas y Tu)
Fiksi Penggemar-¿Me amas?-Dijo el Demonio serio. -Si... Antes de la guerra ellos dos se conocieron de una manera cruel, un Demonio sin corazón le arrebato a una Angel lo que mas anhelaba lamentación,llanto, y dolor fue lo único que sintió. Talvez el destino los v...