Colors

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Arranqué con furia las vendas que cubrían mis nudillos. No quiero nada que venga de él, a pesar de mi anhelo por tenerlo cerca, aprendí con el tiempo que ni la más remota muestra de cariño es sincera.

-¿Dio? -Una silueta se sienta en el sofá de aquella oscura sala, a mi lado.

-Speedwagon, volviste.- Me invade una mezcla de enojo y alegría.

-Siempre vuelvo, ¿no es así?- Dice revolviendo mi cabello.

-Por desgracia.- Bromeo y hace un puchero.

-¿Otra vez?- Toma mis manos con cuidado, inspeccionando las heridas.

-No es nada.

-Sabes, tienes que dejar de hacer estupideces como ésta.- Como si el universo quisiera jugarme una broma pesada, repite las palabras de Jonathan. Aunque con un significado completamente diferente. En su voz hay algo que él nunca podría transmitirme, seguridad, preocupación, sentimientos.- Ven aquí.

Me envuelve en sus brazos con la calidez que tanta falta me hace.

En ese abrazo, mientras escuchaba los latidos de Speedwagon tan cerca mío, pasa por mi mente la imagen de Jojo, por un momento imagino que es él quien está a mi lado, y me parece injusto.

¿Por qué no puedo aceptarlo? ¿Por qué sigo deseando que Jonathan estuviera en su lugar? Si todo lo que él hizo fue lastimarme, mientras que Speedwagon va detrás de mí intentando sanar esas heridas.

Sus colores se mezclan, azul con dorado, mi corazón se acelera, no puedo recordar ni por qué estoy aquí.

Inferno © [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora