El coche avanzaba por la carretera sin titubear, al principio habían temido que el coche los abandonara durante el camino, pero parecía que el vehículo no tenía intenciones de fallar . Habían abandonado la casa en cuanto el hombre había salido por la puerta, los tres estaban paranoicos porque el intruso volviera con un grupo mayor para atacarles. Rogue no se había visto afectado por ello, había creído las palabras de ese hombre y sabía que el chico estaba feliz por el simple hecho de haber obtenido algo más de ropa y alimento.
—Esto te será de ayuda ahí fuera más que el cuchillo que tú llevas encima.—Le había dicho Rogue al hombre antes de que se alejara demasiado de la casa, puso en sus manos una daga dejando al hombre frente a él algo confundido—. Lo siento por no poder ayudarte más.
Aquel chico era perfectamente de la edad de Gajeel o algo menor incluso, y había aceptado con tanta facilidad lo que le habían impuesto que Rogue aún se sorprendía de su actitud. Le hubiera gustado haber encontrado al hombre por el camino, tal vez sus compañeros cambiasen de opinión y lo acogerían, pero dudaba que Gray hubiera seguido la carretera por la que ellos iban.
—Acabo de encontrar unos discos—habló Sting con felicidad llevando su cabeza a los asientos delanteros junto a los CDs—. Son del oeste, ¿las probamos?
—Qué dolor de cabeza me vais a dar—habló Gajeel consciente de que no podía oponerse al tener las manos en el volante.
—¿Te apetece?—Sting miró a Rogue, quien simplemente se encogió de hombros.
—No es como si importase mi opinión a fin de cuentas—respondió con molestia aún por lo ocurrido horas atrás, Sting perdió su sonrisa y volvió a colocarse correctamente en su asiento cuando Natsu le había quitado de las manos el disco.
Aunque Natsu intentó animar el ambiente riendo de la música y cantando una letra totalmente inventada no consiguió que Sting se le uniera, aunque a cambio obtuvo las quejas de Gajeel y eso no estaba mal del todo. Sting permanecía callado mirando por la ventana, con algo de miedo a mirar a Rogue, quien de igual manera se dedicaba a ver el paisaje pasar.
El coche se inundó por el silencio cuando el CD se hizo aburrido y de repente se hizo el miedo a romperlo, tal vez el orgullo no les permitía hablar pero algo en el ambiente avisaba de que era buena idea mantener el silencio.
El coche se detuvo cerca de la ciudad, tal y como habían planeado hacer, salieron al exterior asegurándose de que no había nada alrededor antes de hablar.
—Vosotros dos os quedaréis aquí—ordenó Gajeel a Natsu y Sting, obteniendo una queja inmediata del rubio.
—¿Vamos a separnos?—Sting frunció el ceño sin comprender—. Deberíamos ir los cuatro, será más seguro.
—Debéis vigilar el coche y estar preparados por si venimos con problemas. Rogue y yo buscaremos una farmacia y volveremos lo más rápido posible—explicó Gajeel sin perder la calma ante la mirada molesta del rubio.
—¡Yo también voy!—exclamó sin elevar demasiado el tono de voz, Rogue suspiró.
—No tienes ni idea de los medicamentos que necesito, Sting, estorbarás—respondió sabiendo que el rubio no sería capaz de llevarle la contraria, murmuró algo por lo bajo antes de ingresar otra vez en el coche.
—Estaremos atentos para cuando volváis—respondió Natsu sabiendo que el enfado de Sting sería momentáneo. Gajeel asintió alejándose con el arma preparada en sus manos, Rogue le siguió de igual forma adentrándose en la ciudad con algo de temor comenzando a recorrerle.
Avanzaron con lentitud, escuchando el único sonido de sus pasos aplastando la hierva salvaje que se había adueñado de la calzada y los pájaros y algunos animales más revoloteando por los alrededores. Era tranquilo, silencioso, sorprendentemente bonito si te detenidas a observar, pero ninguna de los únicas dos personas que avanzaban por las calles se detenían a ver lo que la naturaleza trataba de recuperar. Rogue sentía una enorme seguridad invadirle gracias a Gajeel frente a él, sus movimientos eran ágiles y silenciosos, Rogue los imitaba lo mejor que podía. No pudo evitar recordar cuando Gajeel les dijo a sus padres que abandonaría los estudios para unirse a la milicia, incluso él había criticado esa irresponsabilidad por parte de su hermano. Pero había vuelto a equivocarse.
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Incluso al final [Stingue]
Hayran KurguRogue estaba seguro de una cosa, mientras Sting estuviera vivo y a su lado él no se rendiría nunca, e incluso cuando todo comenzó y los muertos comenzaron a vivir una vez más, Rogue seguía pensando que sin Sting no era nada.