Capítulo 3

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Que celeste está el cielo (debes admitir que cuando hay lluvia el cielo esta gris), ni una nube que decore mi vista. Pensé yo, mientras estaba acostada en el césped del antejardín. Mi única entretención era ver a las aves pasar, además de tener la paz para sumirme en mis propios pensamientos. Hace más de una semana que no veía a Skandar. No tuve la oportunidad de preguntarle donde vivía, o en donde estudiaba. Pero eso no dificultaba el hecho de que cualquier cosa me recordara a él. Es guapo, claro lo admito, pero no lo conozco demasiado como para decir que "estoy enamorada de él" o que "me gusta". Éramos tan solo unos niños, los años han pasado y las personas cambian, eso está claro. Hasta mi dramaturgo, poeta y actor Inglés... William Shakespeare dijo eso. Aunque por más que piense en que el quizás no es la persona que representa ser por fuera, no logro sacarlo de mi mente, eso está claro. -¿Tienes calor?- Me preguntó alguien con una voz aniñada, era mi hermano, no tuve tiempo para responderle por que cuando menos me di cuenta ya estaba un poco empapada. La peor cosa que pudieron hacer Carl y mi madre es regalarle para navidad un maldito juguete lanza agua. Me paré como un flash y lo perseguí por mi casa, se encerró en el baño, como si no lo fuera a agarrar después. Caminé por el pasillo hasta llegar a mi habitación, definitivamente me tuve que cambiar de playera, de mi estantería saqué mi diario, puede que suene cursi o muy de película, pero ahí es donde me desahogo o escribo mis pensamientos. ¿Qué escribí? Simplemente 2 palabras... Skandar Keynes. Completé como 5 hojas con su nombre, hasta que alguien tocó a mi puerta, tardé un milisegundo en cerrar el diario y esconderlo bajo mi almohada. -¡Pasa!- Grite, me sentía nerviosa ¿Se imaginan que alguien vea mis secretos? No muchas gracias.

-¿Puedo entrar?-dijo alguien abriendo mi puerta, evidentemente era mi madre. Se sentó encima de mi cama - Hija ¿puedes sacar un rato a pasear a tu hermano? Está encerrado en el baño y ni idea de que fue lo que le pasó.

- Que raros que están los niños de hoy en día ¿no? - Di una mueca de disgusto, pero que más da. No quiero por culpa de mi hermanito me castiguen nuevamente.- Y a donde quieres que lo pasee.

-No lo sé, aventuren la ciudad. Casi no han salido.

-Ok.- Le respondí -Me acerqué a la puerta del baño y toqué 2 veces. Mi hermano se asomó por la puerta y me lo llevé arrastrando al patio. Me preguntó si es que le pegaría, yo no gasto mi tiempo en tonterías. El se fue en bicicleta yo por detrás iba caminando lentamente, con mi libro en la mano ¿les había mencionado que amo leer en lugares públicos? Si es que no lo había dicho ahora lo saben, pues iba caminando y mirando el cielo a la vez, veía como las hojas se meneaban con la pequeña brisa tibia que corría en el ambiente, y además de eso vigilando a mi hermano.- Llegamos al parque y me senté en una banca .El sol no quemaba tanto, y necesitaba luz para poder leer. Mientras mi hermano empezó a jugar con otros niños yo leía un libro "el sabueso de los Baskerville", un clásico de Sherlock Holmes. Iba en la mejor parte cuando alguien me hizo sombra y calló una rosa roja sobre mi lectura miré y nada más ni nada menos que Él.

- ¿Qué tal Skandar? -Le dije sonriendo-

- A sí que.... ¿Leyendo en vacaciones? "El sabueso de los Baskerville" -Dijo mientras volteaba su cabeza para ver la portada del libro-

-Sí, lo estoy terminando... ¿Y porque la rosa? -le pregunté, mientras la tomaba y la volteaba para verla detalladamente. Tenía un olor maravilloso, y estaba fascinada, pues era el primer chico que me había dado una-

- Es para que no me olvides. Puedes guardarle en medio de tu libro si es que quieres. -Se sentó al lado mío y me miró sonriendo, lo miré directamente a los ojos. En ese momento recordé mi pasado, cuando me besó bajo el árbol justo en el momento en el que el sol se estaba ocultando.-

-Conservar algo que me ayude a recordarte sería admitir que te puedo olvidar. -Dije, miré su rostro esperando respuesta indicada, y si es que lograba captar lo que yo le decía-.

-William Shakespeare - ¡La respuesta indicada! Pensé yo, me miró con cara ¿viste que se? Y después de eso se despeinó el cabello-.

-No pensé que te sabías frases de él.-Dije riendo-

- ¡Hey ! Igual tengo mi lado romántico...

-¿No me digas?-Le dije Sarcástica miré la rosa y comencé a sacar pétalo por pétalo a la vez que las colocaba entre las hojas del libro- ¿Y qué me cuentas "mejor amigo"? le pregunté riendo, no lo sé era más bien para sacar tema.

- Nada c: Me aburro en vacaciones ¿Sabes?

-¿Enserio? -le dije mirándolo con ojos gigantes, debe ser porque yo lo que más amo son las preciadas vacaciones- Yo no, simplemente me gusta descansar y dormir más de lo normal. -Le Sonreí.-

-¿Acaba de salir el sol?- Dijo mirando hacia el cielo, por mi parte también mire y dijo- o ¿me has sonreído?.

- Mmm.. Creo que ha salido el sol. ¿Lindo día no? -Le dije riéndome, no me iba a dejar enamorar por una simple frase.-

- Puede que ambas -Se río, me fijé que su sonrisa es perfecta, sus labios... ufff ni decirlo. A veces pienso ¿Me está cautivando Keynes? No lo sé, debo admitir que me atrae demasiado. Pero es solo un simple amigo, mas de eso no lo pienso tratar.-

-¿De qué libro tan cursi sacaste esas palabras Skan?

- De mi mismo -Me miró y cruzó su brazo alrededor mío, a pesar de que generalmente eso también lo hacen los amigos me sentí con una ganas enormes de besarlo, mordí mi labio y miré al suelo di un suspiro y reaccioné. ¡Era mi amigo! Y es segunda vez que lo veo después de tantos años, no puedo hacerlo -pensé-. Me levanté rápidamente y mi excusa fue "mi hermano". Llamé a Tomas y le dije que debíamos irnos-

-¿Tan rápido se van?-me dijo Skandar-

-Sí, ya es tarde y es hora de ir a almorzar. - Sonreí nerviosa-

-Son las 11:00 am ¿tan pronto almuerzas? -Se paró de la banca y noté que sospechaba algo raro.-

-Si es que ya sabes, de vez en cuando me toca cocinar y....

-Está mintiendo, lo hace cuando no quiere... - ¡QUE BOCÓN MI HERMANO! Le tapé la boca y me despedí de Skandar. Llegamos a casa y mis padres estaban viendo televisión en el sofá - La ".........." Tiene novio- dijo, mis padres me miraron y les dije que era poco probable ya que recién llevábamos unas semanas en Londres, adivinen a quien le creyeron ^^. Al rato mi madre me mandó a comprar queso, ya que íbamos a almorzar pizza . Contentísima fui al negocio que quedaba a 2 cuadras más o menos de casa, iba pensando en que hubiese pasado si es que lo hubiera besado otra vez. Doblando la esquina un tipo salió detrás de un árbol. No es por hacerme la valiente, pero la verdad es que no me asustó nada.

-Hola -dijo riendo-

-¿Tu otra vez? Que quieres Skandar -Dije mientras miraba para todos lados, no sé por qué lo hacía, pero lo estaba haciendo-.

-A dónde va bella dama. -preguntó, se acercó a mí e hizo un como una reverencia-

-No es necesario que hagas reverencia, no soy una bella dama y tampoco una princesa. -dije mientras iba a seguir avanzando, me detuvo con su brazo y se apegó mas a mí, me sentía incomoda. Pero admito que esa incomodidad no estaba tan mal-

-¿Debería sonreír porque somos amigos?...

- Ha?

- ¿O llorar porque nunca seremos más que amigos?-Levantó una ceja y me miró. Le tapé su mirada con mi mano-.

- Sabemos lo que somos, pero aún no sabemos lo que podemos llegar a ser.-saqué mi mano de su rostro y le acaricié su cabello, su suave y desordenado cabello.

-Eso lo dijo William Shakespeare ¿verdad? ¿Significa que tendría oportunidad?-me preguntó emocionado-

-Interprétalo como quieras mi poeta, ahora debo ir a comprar - Pasé de largo y el quedó parado en la vereda pensando, caminé unos pasos y miré para atrás, pues seguía ahí. Me regresé corriendo y lo abracé por la espalda, le besé su mejilla cariñosamente y él me devolvió un gran abrazo. Me despedí moviendo mi mano, cada 10 pasos que daba yo miraba atrás para ver si él seguía ahí viendo como me iba... Y estuvo ahí hasta que yo desaparecí de su vista ¿Qué más lindo que eso?

Clavado en mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora