Capitulo 5

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Todas las demás clases me la pase muy molesto, así que a la hora de almuerzo fui en busca de Kyu Jong y lo convencí de que me acompañara con el amable profesor Bum, así podría pedirle un tutor. Ese inútil profesor no me volvería a llamar holgazán.
Recuerdo que antes era muy aplicado, pero con la enfermedad que ahora tiene mi abuela, mi mamá tenia que trabajar y a veces iba a verla; así que la ayudaba con el aseo de la casa, ella no me lo exigía, pero era lo mínimo que podía hacer. Los profesores sabía de eso y eran considerados conmigo, pero nunca le contaría esto a ese idiota profesor Kim, mucho menos le pediría ayuda.
Cuando llegamos a la oficina, me acerqué al profesor Bum y le conté que no le entendía muy bien al profesor Kim, me prometió contarle mi caso al director para que pudiera conseguirme un tutor.
Al escuchar eso le agradecí y salí triunfante de la dirección, le podré demostrar a ese idiota que no era ningún holgazán.

Pov Narradora:

El director había escuchado al profesor Bum, solo que había un pequeño detalle, no sabía el nombre de ese alumno así que solo se preocupó en conseguir a un profesor, pero por más que pensaba quien sería el indicado, no encontraba la respuesta; hasta qué pasó frente a los baños y vio salir al profesor Kim.

-Buenas tardes- hizo una reverencia que el director correspondió.

-Profesor Kim es usted un ángel- sonrío, pero el maestro no entendía nada.

-¿Disculpe?- preguntó.

-Vera... Hay un alumno que le cuesta algunos cursos y necesita un tutor, es inteligente solo necesita ayuda y creo que usted es perfecto- le explicó, Kim acepto directo mentalmente, eso le caía como anillo al dedo, se distraería y podría olvidarse de ese "accidente" con Young Saeng.

-Por supuesto, puedo darle asesoría todos los días comenzando desde hoy- sonrieron ambos y el director le indicó el salón en donde el alumno lo esperaría después de la hora de salida.

El director le prometió una comida para haberlo ayudado con ese favor, se despidieron y cada uno se fue a su oficina.
Las clases pasaron y Young Saeng ya estaba esperando a su nuevo tutor en el salón que le habían asignado. El profesor Bum no había tenido tiempo de decirle quién sería, pero eso no le importaba, ya que sorprendería al profesor Kim con sus notas y se reiría en su cara cuando eso pasara.
Ya casi daban las 3:30 y justo en ese momento la puerta se abrió dejando ver al profesor que le daría asesorías.

-Ay no...- dijeron ambos al ver sus rostros.

El ambiente era muy incómodo, estaba sentado en el escritorio y el menor se quedó mudo al verlo entrar. "¿Que había pasado? El no debía ser mi tutor" Pensó el menor.

-Bueno...- aclaró su garganta y puso su portafolio sobre el escrito- Ahora te daré asesorías. Dime ¿en qué materias crees que tienes más problemas? Podemos comenzar por ahí y así podré guiarte fácilmente ¿de acuerdo?- lo miro esperando su respuesta.

-Profesor... Yo quería... Disculparme- era lo mejor. Ponerle fin a esa terrible tentación, además el era mayor y no sólo eso, era su profesor y lo más seguro es que no era gay, así que sus ideas de querer besarlo de nuevo eran ridículas, lo mejor era disculparse y dejar sus asesorías.

-Olvídalo- se puso de pie y se acercó al asiento del pequeño- Escucha, lo que hiciste estuvo mal, definitivamente no lo apruebo, pero tampoco puedo cambiarlo. Simplemente olvídalo, yo ya lo hice- luego se puso muy recto y siguió- Ahora, debemos mejorar tus notas. Eres un desastre en clases. Creo que en donde tienes más problemas es en física, ¿te parece si empezamos con eso?- afirmó aún algo incómodo.

Pov Young Saeng:

¿No le había gustado mi beso? ¿Solo me consideraba un niño tonto enamorado? ¿Debería estar agradecido porque no iba a acusarme? ¿Soy tan fácil de olvidar?
Todas esas preguntas pasar súper rápido por mi mente, para ser sincero no me gustaba la respuesta que le daba a ninguna, no es que pensara que iba a besarme de nuevo, pero, ¿por que no mostraba ninguna emoción por lo sucedido?

Y así pasó el tiempo, dos semanas para ser exacto, todos los días iba a una asesoría con el profesor Kim, la verdad es que si era muy bueno enseñando y aunque al principio fue incomodo, pude agarrar ritmo y se notaba con mi desempeño en clase. Y aunque estaba seguro que el ya no recordaba el beso, yo soñaba a diario con él. Además, ahora que pasábamos más tiempo juntos, podía notar más cualidades de él, como que según el día de la semana usa un color diferente de corbata, o que se ve igual de sexy con gafas oscuras que sin ellas, además siempre usa un anillo plateado en su dedo medio, y que prefiere comer manzanas que bananas, y muchas más cosas... Todos esos pequeños detalles me habían hecho darme cuenta de una cosa, el profesor Kim me gustaba. Me gustaba más de lo que me había gustado antes algún chico, me gustaba tanto que cada que lo miraba sentía que mi corazón quería salir de mi pecho, me gustaba tanto que deseaba estar a su lado todo el tiempo, y aunque sabía que era imposible, no podía evitar lo que mi mente y mi cuerpo pedían con tanta necesidad.

El Profesor Kim Donde viven las historias. Descúbrelo ahora