Capitulo 6

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Era miércoles por la tarde, ese día le había pedido permiso al profesor para faltar a la asesoría; le había prometido a Kyu Jong acompañarlo a su entrenamiento de fútbol, para luego ir a quitarme por fin la bota y entrenar mi tobillo caminando por la plaza para ir por un helado. Estaba mirando aburrido la práctica, nunca me había gustado el deporte, lo mío era bailar y aunque lo deje por ayudar a mamá en casa, el profesor Kim me aconsejó retomarlo para utilizarlas como actividades extra curriculares para la universidad.
Cuando los chicos terminaron de entrenar, Kyu se acercó.

-Si quieres acércate a la salida Saengie, me daré una ducha rápida y te veo allá- señalo una entrada de la cancha de fútbol, yo asentí y comencé a caminar como un torpe por el césped rumbo a la salida, ya estaba a medio camino cuando escuché un grito.

-¡Cuidado!- sentí un leve golpe en mi cabeza y caí al suelo, varios chicos se acercaron, pero solo uno se inclinó a mi lado y quito los cabellos de mi rostro, antes de preguntarme algo, se giró hacia los chicos que supongo tiraron el balón y les grito que tuvieran cuidado, luego volvió la mirada hacia mi y me sonrío.

-¿Estas bien?- su mirada era dulce y su sonrisa cálida- ¿Eres mundo?- preguntó mientras le hacía una seña a los chicos que se pusieron a mi alrededor para que se fueran.

-Estoy bien- dije mientras sobaba mi cabeza- Qué idiotas son los futbolistas.

-¡Yah! No generalices, se que son malos, pero pueden haber algunos que somos atractivos e inteligentes- justo en ese momento note su uniforme, era del mismo equipo que Kyu, y aunque conocía a casi toda la escuela, a él nunca lo había visto.

-Lo siento, nunca quise decir que tú eras idiota- sonreí un poco avergonzado.

-Esta bien, no te preocupes- me ayudo a pararme poniendo su mano en mi cintura, una vez pasados extendió su mano- Soy Lee Jong Suk, un gusto- yo estreché su mano y le sonreí, el tipo parecía agradable.

-Soy Heo Young Saeng- nos saludamos y me acompaño al tramo que faltaba para llegar a la entrada en la que Kyu me esperaría.

-Así que... ¿eres amigo o novio de Kyu Jong?- su pregunta me tomo por sorpresa, me sonroje un poco y negué- Soy solo su amigo, jamás sería novio de un idiota como ese- dije sarcástico y el solo soltó una carcajada- Al parecer aparte de lindo eres listo- vimos a Kyu acercarse hacia nosotros con una sonrisa.

Su insinuación me gusto un poco, quería responderle pero Kyu nos interrumpió.

-Veo que ya se conocen, Saeng el es mi nuevo amigo- le dio un pequeño empujo a Jong Suk- ¿Quieres venir con nosotros Jong? Vamos a quitarle su zapato a cenicienta y luego lo llevaremos por helado- el acepto así que esperamos a que terminara de bañarse, mientras Kyu me contaba que el chico era excelente jugador y que por eso había ganado un lugar rápidamente en el equipo- Acaba de cambiarse de escuela, es un loco, pero un demonio con el balón- a lo lejos vimos que Jong se acercaba, yo lo miraba detenidamente, era muy guapo, estaba 'evaluando' su torso, cuando noté que el me miro también y me guiño un ojo, me sonroje y escuché como Kyu soltó una carcajada- Así que te gusta Saengie, aprovecha... Esta soltero- me gire bruscamente.

-¿¡Eh!? ¡Yo no he dicho nada!- el soltó otra carcajada y puso su mano en mi hombro.

-No hace falta decirlo, la manera en la que lo escaneaste me lo dijo- lo empuje.

-¡Claro que no!- le grite sin darme cuenta que Jong ya estaba a tan sólo unos pequeños pasos de nosotros.

-Pues tú a mi si me gustas Saengie- escuché su voz detrás mío y sentí como el color subía a mis mejillas.

Pov Hyun Joong:

No había momento del día que no pensara en Saeng, desde ese beso mi cerebro colapsó; sus suaves labios fueron una droga. Luche con todas mis fuerzas para controlar tan insano sentimiento, pero no pude, sabía que lo mejor para el chiquillo era que yo me alejara, así que volví a mi actitud de siempre, y aunque me costaba no mirarlo en clase o en los pasillos parecía que hacía un buen trabajo, hasta aquellas malditas asesorías, iba tan bien... ¿Por qué el destino se empeñaba en torturarme? Con cada día que pasaba mi necesidad de verlo aumento, sus labios, su cabello, su piel tersa y blanca, tan pura... me cautivaba. Además de eso, el carácter tan alegre e inocente del pequeño me emociono aún más, era demasiado perfecto y yo era un idiota por enamorarme de ese niño. Mi necesidad se había vuelto tan intensa que a lo largo de las dos semanas había ido unas 4 veces a mirarlo limpiar su casa, gracias a Dios ese lugar tenía cristales en lugar de paredes.
Hoy me pidió permiso para faltar a la asesoría, era un buen alumno, un día sin clases no sería malo, además fue muy adecuado porque yo debía visitar a Seung hyung; sabía que al chiquillo le quitaban su bota hoy y me alegraba que por fin se liberaría de esa cosa, pero me daba mucha tristeza que ya no saltaría como un tierno conejito, mientras seguía con esos pensamientos llegue al estacionamiento de la penitenciaria de Seoul.

El Profesor Kim Donde viven las historias. Descúbrelo ahora