Capitulo 65

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Luego de mostrarle los mensajes a Hyun, hablamos y me hizo prometerle que no entraría en pánico y que la boda seguiría en pie.
Chen público un comunicado y dio parte a la policía sobre el asunto, sin embargo nada pasó, y aunque intente ignorar los mensajes, conforme se acercaba la boda estos seguían llegando, e incluso ahora especificaban cosas sobre el lugar de la boda y de los invitados. Pensé que lo mejor era abandonar mi celular y esconderme del mundo exterior.
Por "seguridad", Chen aconsejo que los días que faltaban antes de la boda no viera a Hyun, que solo nos comunicáramos por teléfono o video.
Como no tenía ninguna presentación agendada, me la pasaba en el departamento viendo TV o leyendo, aunque aveces llamaba a Hyun el no parecía afectado con la distancia porque casi no me llamaba, aveces solo enviaba mensajes disculpándose porque tenía demasiado trabajo o que había salido con sus padres.
Intente comprenderlo, pero por más que tratará seguía deseando estar con él.

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El día de la boda llego, debido a los nervios la noche anterior había dormido muy poco, mi cabeza estaba algo aturdida y aunque estaba cansado también sentía emoción porque en unas cuantas horas Hyun y yo estaríamos unidos para siempre.

-¿Cariño ya estás despierto?- mi madre entro cautelosamente a mi cuarto, yo estaba parado a los pies de la cama estirándome, intentando alejar los nervios y el cansancio, pero cuando ella me vio hizo una cara algo sorprendida- Bebé mira esas ojeras que traes, bendito dios que eres lindo y podremos solucionarlo con un poco de maquillaje- asentí sonriente mientras tallaba mis ojos para irme directo a la ducha.

-Estaré listo en un momento mamá- asintió y salió del cuarto para terminar de arreglarse.

Cuando salí de mi habitación para ver a la estilista y arreglarme, todo era un caos, entre la seguridad, arreglarme y "ajustar" aquellos detalles que salían a flote en el momento me di cuenta que sería un día de locos.
Al poco rato de estar frente al espejo maquillándome, mi madre apareció de nuevo frente a la puerta.

-Cariño, traje esto para ti- extendió sus manos.

-¿Que es esto?- dije mientras tomaba la pequeña caja, al abrirla noté una pulsera de oro blanco, con unas piedras de color azul turquesa en ella.

-Tú padre lo compró una semana antes de que nacieras- una sonrisa melancólica se dibujó en su rostro- Ahora que veo esa pulsera creo que conocía tus gustos aún antes de conocerte a ti- note como una lagrima se escapaba de sus ojos, me puse de pie rápidamente para abrazar a mamá.

-Tranquila mamá, no llores- ella se abrazo a mi pero luego me alejó un poco.

-No llorare más o te sacare lágrimas a ti y voy a arruinar todo tu maquillaje- negué y me acerqué a darle un beso sobre su frente.

-Mamá, tú nunca arruinas nada- le di otro beso y comencé a colocarme la pulsera- Es el mejor regalo de bodas, te amo mamá, gracias- ella sonrío y afirmó.

-¡Saeng!- ese grito de carcelero nos sacó de nuestro mágico momento- Él auto llega en 30 minutos y tú ¿¡aún no te has vestido!?- Sully me miro sinceramente frustrada y Kyu solo sonrió burlón desde el marco de la puerta, ambos sabíamos que si ahora novia se ponía histérica si las cosas no salían perfectas, el abrazo a Sully un instante como pidiendo que se calmara y me señalo en donde estaba mi traje- Disculpe señora Heo...- apenada hizo una reverencia a mi madre pero inmediatamente se acercó y me jalo del pijama que aún traía puesto- Pero mi misión es llevar a este muchacho al altar y que se vea lo más decente posible- mi mamá afirmó con una sonrisa y me dio un último beso.

-Nos vemos en la ceremonia cariño- afirmé y apenas la vi salir de la casa porque Sully ya me arrastraba rumbo a mi cuarto para cambiarme.

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Se suponía que Kyu Jong iría en el auto rumbo a la iglesia conmigo, pero tuvo que volver por algo que olvido y al final me dejó solo, "típico" y recordé los días en la escuela cuando me votaba por ir a jugar fútbol.
Por lo que había visto en la TV en un programa que seguiría paso a paso mi boda, había una gran cantidad de fans que apoyan y otras que repudiaban mi boda fuera de casa. Optamos por qué saliera por la puerta trasera para evitar algún problema.
Para mi buena suerte cuando salí no había ningún reportero y todo fue sencillo.

Ya a medio camino noté que el chofer no tomo la desviación que debía.

-Disculpe... creo que tenía que salir en la desviación anterior- dije mientras miraba por el retrovisor al conductor, pero el no dijo nada y siguió conduciendo- Hola- dije intentando llamar su atención- Tenemos que tomar el retorno o llegaré tarde a mi boda- dije molesto al notar la actitud indiferente del chofer.

-No vamos a ir a la iglesia- lo que dijo hizo que sintiera miedo, mis vellos de los brazos se erizaron.

-¿Que dijo?- dije tímido mientras buscaba mi celular, pero lo había olvidado.

-Que no iremos a la iglesia, tengo órdenes de llevarlo a otro lado- esta vez si me miro por el retrovisor.

-¡Quiero bajarme ahora!- grite molesto e intentaba abrir el auto pero noté como el chofer ponía los seguros.

-Usted no va a bajar- siguió conduciendo- Y no intente nada sino tendré que utilizar la fuerza- trague fuerte cuando dijo eso y mire de reojo al chofer, era robusto y parecía fuerte, sentía que mis ojos comenzaban a arder, ya comenzaría a llorar- Tardaremos media hora más, así que relájese- era oficial, donde fuera que ese tipo me llevara, había logrado que me perdiera mi boda.

-¿Sabes que me harás perder mi boda?- dije ya con la voz cortada y con la esperanza de que aquel tipo me dejara libre, pero para mi sorpresa él solo sonrió y hablo tranquilo como sino estuviera secuestrándome.

-Entonces estoy haciendo un buen trabajo- cuando escuché eso limpie la lagrima y comencé a prepararme para lo que sea o a quien sea que fuera a encontrarme porque no hay nada peor en este mundo que hacer enojar a un novio el día de su boda.

El Profesor Kim Donde viven las historias. Descúbrelo ahora