CAPITULO 11

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Esa noche oscura y fría a la vez, me hacía sentir un poco sola aunque estuviera con dos hombre por una rara razón sentía eso, de pronto era la calma del silencio en la calle o era porque no se escuchaba ninguna persona. La sensación se volvía escalofrío, Brayan por su cansancio tarde o temprano termino dormido encima de la barra.

Aarón terminaba de cambiarse para irnos a la cafetería, aunque aún sostengo la idea que a las 2:30 de la madrugada no se encontrara alguna cafetería abierta que yo sepa.

- Bueno nos vamos – me interrumpió un chico de camisa negra y unos jeans color caqui.

- Espera? Que haremos con Brayan. Acaso no lo dejaremos aquí? - Le dije mientras apuntaba al pobre chico que aun dormía en la barra.

- Dime, Emily? – me preguntaba con una con risa.

- Eh, que? – le dije un poco seria por la pregunta

- Trajeron, la camioneta? – decía el chico de pelo negro y de ojos esmeralda.

- Claro, y las llaves lo tiene Brayan? –

- Exacto.. la tenía¡ - luego en ese instante me mostro las llaves de la camioneta en sus manos.

Los dos terminamos arrastrando con una gran dificulta a Brayan, nos apoyamos de sus brazos a nuestros hombros para poder llevarlo hasta el auto que aún estaba allí por sorpresa mía.

Aarón abrió la puerta trasera y como si lazara un bulto de papas lo dejamos recostado entre los asientos, el encendió el auto ya que el por sorpresa mía sabia conducir y yo solo me que sentada en el asiento del copiloto.

- Aarón a donde vamos a tomar café? Y más a esta hora?

- Pues para tu información, iremos a una cafetería 24 horas. Que está muy cerca y además es muy barata?

La noche era calidad, se podía oler el aroma al café cuando entramos a la cafetería media noche, las mesas estaban totalmente vacías aun así me pude sentir calidad, no sé si era por el lugar o ese exquisito a olor a café. Por supuesto la mesera nos atendió y nosotros tomamos la orden de nuestro café, para luego ella retirarse.

- Sabes? Yo también soy mesera de medio tiempo – decía yo hacia el chico que bostezaba.

- Así? Eso sí es coincidencia, tu mesera y yo un cantinero. Bueno que poca diferencia¡ no crees?. -

- A que te refieres? – decía yo con una duda en la pregunta del chico.

- Solo digo, que al menos tú ganas más que yo. – dijo casi refunfuñando.

La mesera nos colocó nuestros respectivos cafés, el chico sin darse cuenta de que los cafés aún seguían caliente bebió un gran sorbo de su vaso, dejándolo que salga disparado por el calor de su lengua.

- Ahhh, está caliente ¡ - decía el chico con un poco de dificulta por su lengua.

Yo solo, pude sostener, la risa que me provoco aun así alguna que otra me salían sin pensarlo, de repente las campanas del lugar resonó en el sitio, y los dos nos volteamos a ver quién había entrado.

Oye¡¡ cómo has estado Aarón? – decía uno de los policías que se había arrimado a saludarlo.

Eran dos oficiales de policía, pues no eran de los prototipos delgados, más bien era tipos clichés, el policía que saludo a Aarón se llamaba akimichi, un gordo y obeso de la cual pasa comiendo todo el tiempo, solo lo digo porque llevaba consigo rastros de dona en su cara y detrás de él estaba el otro hombre, un joven aproximadamente unos 25 a 28 años, delgado con un tono de misterio en sus ojos.

-ohh, como has estado oficial akimichi? – decía el chico del pircin al oficial delante de él.

-bien, espero que tú también? Le decía con una gran confianza en su rostro.

- Oye¡¡ oficial quien es ese detrás suyo? Preguntaba Aarón señalando al chico casi tímido

- por el oficial.

- Ahh, te refieres a este chico. Él se llama... takashi. Es mi nuevo compañero. Ya que accedieron al antiguo.

Takashi, miro con desagrado por un momento a Aarón como si sospechara de él.

- Bueno, espero que andes con cuidado¡¡ ya que hay un asesino suelto?

- Un asesino? Le dijimos nosotros dos al mismo tiempo al oficial akimichi.

Luego de esa charla un poco incomoda, los policías siguieron su rumbo y se plantaron hacia atrás, no era de esperarse que las desapariciones y el asesino esté relacionado o algo así creo yo ¡

- Oye piensas que el asesino está relacionado con las desapariciones? – le decía a el chico de camisa negra con muchos nervios.

- Pues.. no sé qué decirte? Pero es... muy probable ¡ - respondía Aarón con mucha seriedad, pero con un poco de misterio.

Lastimosamente la noche no paraba igual las horas, y sin darnos cuenta las horas se nos fue volando como si hojas de papel habláramos, en fin de cuentas cogimos nuestras cosas, le pagamos por todo a la mesera y nos dispusimos a irnos. Y aunque para mi sea increíble que la noche calidad de antes se convirtió en una tempestad de frio del cual me hacía erizarme y hasta estornudar.

Aarón como todo gran hombre, y con mucha a gratitud me llevo de vuelta a la casa, pero sin antes de prometerme en visitarme algún día en el trabajo.

- Oye, no te olvides en pasar e irme a visitar? - Le dije con la esperanza de volverle hablarle como hoy.

- Claro cuando tú quieras, Emily?- Decía Aarón, junto a una sonrisa de sinceridad que marcaba su rostro.

- nos vemos? – fue lo último que dijimos al mismo tiempo, antes de colocarnos como un tomate

Harmful LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora