La verdad es que me cuesta mucho confiar en la gente, saber que tendré la necesidad de creer en las personas y llegar al punto de esperar que alguien haga algo por mí, que en el fondo sabré que nunca lo hará, lo encuentro deprimente.
¡Ya es hora de almuerzo!, una hora para poder: dormir, pensar, leer, mirar y exactamente todo lo que hago en quince minutos, pero con más disposición de tiempo. A mi lado Frank Jordán (apuesto y codiciado, chistoso y muy romántico, ¿su mayor atributo? Su hermosa sonrisa). Al otro lado Rose (ya saben de quien hablo), y junto a ella estaba Andrews Gordon (deportista, antisocial, huraño, cretino, un estúpido… Más conocido como “Drew Jackson”. )
- Frank, se me olvido contarte, termine mi relación con Marjorie Collins, esto no dio para más - dijo Andrews en voz baja.
- ¡Oh! - asombrado-. Una lástima Drews ¿La extrañas mucho? – preguntó Frank.
- ¡Qué pregunta más imbécil! – exclamó Rose, mirando fijamente a Andrews.
- Pues no, ¿creo que no la extraño? A pesar de que pienso en ella: cada mañana, cada tarde, cada noche, cuando veo una rosa, o cuando escucho canciones de amor, pero realmente no la extraño.- dijo irónicamente - Ya no me quiere.- susurró.
- Mirando fijamente al techo en la oscuridad, el mismo sentimiento viejo y vacío en tu corazón, porque el amor viene despacio y se va tan rápido. La vez cuando te quedas dormido, pero nunca la tocas y nunca se queda, porque la quisiste demasiado y te zambulliste demasiado profundo. Bien, solo necesitas la luz cuando se está consumiendo, sólo echas de menos el sol cuando empieza a nevar, ¡sólo sabes que la quieres cuando la dejas marchar! –canté mirando un punto fijo.
- Si la quieres tanto, ¡entonces haz algo!- exclamó Frank muy decidido.
- Es fácil decirlo - dijo Andrews.
- Le encuentro toda la razón a Drews. Es fácil decirlo, si ya no resulto una vez, la segunda menos va a dar resultado.- reclamo Rose.
- Quizás sea fácil decirlo, ¡pero más fácil es no hacerlo, y quedarse con los brazos cruzados viendo como la persona que te hace sentir tan especial, se va para siempre! - gimió Frank.
- En cierta medida le encuentro razón a Frank, eso demostraría cuanto la quieres y sería un paso para darse cuenta de cuanto se aman, en otra parte le encuentro razón a Rose, porque si no resulto a la primera, quizás a la segunda menos resultara. Si ponemos estos dos argumentos en una balanza podría ganar más el argumento del muchacho aquí presente. En conclusión, no pierdes nada con intentarlo, solo saliva, (a pesar que es algo muy importante en nuestra biología), más allá de eso, no pierdes nada. .- explique tratando de calmar lo que sucedía.
Sólo faltaban dos malditas he interminables horas para poder ir a mi segunda zona de confort: Mi cuarto. En ese lugar puedes encontrar desde una simple araña, a las conspiraciones secretas de Estados Unidos. Pero lamentablemente faltaba: una hora con cincuenta y nueve minutos y doce segundos (me demoró relativamente: cuarenta y ocho segundos en pensar). Lo interesante de desperdiciar estos minutos, era la materia que me tocaba a continuación: “Desarrollo Personal”. La felicidad, la amistad, la ira, el engaño, la frialdad. Todos esos temas se tocan aquí.
Nuestra profesora (Sra. Agustina Hank, es muy seria, pero nada que decir sobre su trabajo, va en búsqueda de la felicidad física y emocional de las personas, piensa que la fuerza de voluntad lo puede todo.
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Si fuera como antes
Teen FictionSientes que quieres estar solo todo el tiempo pero sin embargo no quieres que te dejen, sientes que no encajas con tus amigos pero sin embargo quieres que ellos sigan a tu lado, quieres morir pero al fondo de tu corazón aun hay esperanza de vida. T...