•Vegeta•

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-Créditos de la imagen a quien corresponda-
×Ventana×
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Una mujer de cabellos cortos atados a una pequeña coleta preparaba una deliciosa comida mientras esperaba a su esposo quien seguramente se encontraba en el gimnasio después de haber salido del trabajo. Ese hombre si que amaba el ejercicio en cambio ella lo aborrecía. Ambos eran diferentes, pero era lo que lo complementaba el uno al otro.

Apagó la estufa, tomó su móvil y empezó a revisar sus redes sociales, le llegó un mensaje de su esposo. Ella sonrió. Éste le avisaba que llegaría en una media hora a su hogar, soltó un suspiro de aburrimiento ¿Que podía hacer en medio de la nada? Ambos vivían en un pueblo lejos de la capital Oeste, petición de su esposo por el simple hecho de que odiaba estar cerca de tanta gente estúpida, expresaba su esposo Vegeta cada vez que tocaban el tema de una mudanza.

Varios minutos pasaron, escuchó a unos loros cantar cerca de su ventanal de sala, los observó de lejos y con bastante cautela empezó a acercarse a dichas aves, elevó su móvil, dispuesta a tomar algunas fotos y videos. Menos mal que esa mañana su esposo había abierto aquella ventana puesto que ello tenía alguna falla, se atoraba con frecuencia y solamente su cónyuge podía cerrarla y abrirla.

-¡Es hermoso!-Susurro con emoción al ver aquel ave de plumaje verde, mandíbula roja y frente color azul. Logró verlo desde la venta e hizo zoom a su cámara para captarlo, el loro miró a la mujer curiosamente, ésta estiraba su mano que contenía una semilla para que el ave se acercara. Sin ver el suelo pisó el control remoto del televisor, el volumen extremadamente alto la hizo saltar y golpearse contra la ventana. Haciendo que cayera en ella. El ave se había ido al haber escuchado el ruido del televisor. ____ gritó al sentír la ventana golpear su espalda baja.-¡Maldición! -Gritó con frustración y dolor, medio cuerpo que encontraba fuera de la ventana, intentó levantarla pero le era imposible. Vió su móvil que había caído en los arbustos.

Forcejeando por al menos quince minutos no le sirvió de nada, sus brazos ya se habían cansado, maldito problema de no tener vecinos o algo por el estilo.

Suspiró con frustración mientras se jalaba los cabellos. Maldito loro.

Al tener un momento de silencio en la desesperante televisión pudo escuchar a puerta del auto de su esposo llegar.

La puerta se abrió y ___ sonrió. Al fin se liberaría.

-¡Maldita sea mujer, bájale el volumen a esa cosa o la tiraré a la basura!-Gritó aquel pelinegro de cabellos en forma de flama, frente amplia y semblante molesto. Éste traía su ropa de gimnasio, unos pantalones flojos color gris y una camisilla sin mangas color negra.

-¡Vegeta! Que bueno que llegas, ayúdame con la ventana-Dijo la mujer sonriendo avergonzada. Menos mal que él no la veía. Vegeta dejó la mochila que llevaba consigo en el sillón.
No dijo nada, se acercó al televisor y lo apagó calmando así sus sentidos.

-Pero que diablos haces ahí-Cuestionó con burla, se acercó hacia ella.

-Estaba tomándole fotos a un loro, pisé el botón para encender el televisor, me asusté y me levanté de golpe, la ventana cayó y no pude levantarla.

-¿Y cuanto tiempo llevas ahí?-Vegeta tomó la base de la ventana, dispuesto a levantarla y liberar a su esposa. Se detuvo al darse cuenta de que su masculinidad rozaba los glúteos de la mujer. Una sonrisa morbosa se dibujó en sus labios. Yacía dos semanas desde la última vez.

✧One Shots•Dragon ball✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora