Depravación

583 77 12
                                    

La jovencita chilló de forma audible para luego reír escandalosamente ante lo que escuchaba de su acompañante.

Sin saberlo atrajo la atención de las personas en el bus, que al ver la causa del bullicio continuaron en la rutina de la cotidianeidad, la puberta tampoco se percato del hombre canoso que miraba perversamente su uniforme escolar.

-Si así como lo escuchas ¿puedes imaginarlo? ¡Dios, que vergüenza! Y Daniel me vio ¡Justo él! Y Camila, la muy maldita no paraba de rei.... Oye, ¿esa no es tu parada?.

-¡Si, si, esa es! ¡Nos vemos mañana, Nicol!.

La adolescente apresurada bajo del bus, reacomodó su mochila en sus escuálidos hombros e hizo cálculos de cual era la ruta mas cercana para llegar a su hogar.

-Disculpe, ¿como puedo llegar al parque de la central?- la chica lo miro extrañada, tal parque no existía.

Sonrió con cortesía, algo de recelo en sus ojos por la forma en que el adulto la observaba. La sobreexcitación juvenil que mostro en el bus inconcientemente se apago ante el peligro de amenaza.

-El parque mas cercano esta a... mas o menos diesiceis cuadras- le informó.

-Soy nuevo en la ciudad ¿No podrias guiarme?- la chica se excusó pero el hombre no acepto la negativa- Sera rapido no te preocupes.

La arrastro bruscamente hasta un callejón desolado, la adolescente aterrada trataba de zafarse, suplicándole al borde del llanto.

Con violencia su agresor la tironeo hasta la pared, se bajo el cierre sacando su miembro medio erecto, con gula imagino a la linda morena en posiciones eróticas, jadeo imaginando la estrechez de su cuerpo y los gritos de su bonita boca.

Entusiasmado por sus fantasías, sus pupilas dilatadas se fijaron en la fuente de su lujuria. Parpadeó aturdido cuando la vio sentada cómodamente contra la pared, su rostro cuidadosamente despojado de emociones, estoico, sus orbes canturreando maliciosos.

Pero lo dislocó completamente cuando su piel bronceada palidecio drásticamente, los cabellos encrespados se acortaron y perdieron toda su melanina, los ojos marrones aclarandose hasta un inusual y exótico violeta. La latina ahora era una hermosa y mortal albina.

Aquel depravado no pudo ni balbucear cuando su pene erecto fue mutilado.

~∆∆∆~

-Asteria, querida ¿Te divertiste?- Su lord, aun con el cómplice disfraz de estudiante, lanzó la pregunta mórbida.

Ella asintió con una sonrisa amplia, su sangriento vestuario delataba el sufrimiento que padeció su víctima.

Su lord aplaudió carcajeándose de manera desquiciada.

-Deberiamos visitar mas seguido a latinoamérica, mi lord- sugirió Asteria sádicamente.

Lucian resoplo, su mano enguantada oculto como las comisuras de sus labios se alzaban.

Ninguno en esa mansión sentia empatia por esa escoria humana.

Lord pesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora