Prólogo

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Unos pasos se escucharon resonando en el silencioso anfiteatro. Varias personas se acercaban hacia el centro del escenario a paso ligero. Allí había un total de 7 mujeres con los ojos vendados, completamente quietas y en absoluto silencio. El sonido de los pasos se dejó escuchar justo frente a ellas.

-Desnudaos.- Una única voz seria y masculina hizo que todas empezaran a quitarse la ropa a la vez.

Alguna de ellas temblaba, otras permanecían serenas, otras asustadas. Una vez se despojaron de sus ropas, el sonido de los pasos volvió a escucharse, pero esta vez, era una única persona la que se movía.

Él escudriñó sus cuerpos por delante y por detrás. Pechos perfectos, cinturas perfectas, culos bien formados. Se quedó mirando sus sexos... todos ellos eran sus preferidos.

La mirada de aquel hombre se posó en una mujer que acababa de emitir un pequeño ruidito. El sonido de sus pasos se acercaron a ella lo que, al no poder ver, la puso más nerviosa y empezó a temblar. Se podía decir que estaba muerta de miedo.

Sus pasos volvieron a dejar de escucharse y ella supo que lo tenía justo en frente. No tardó mucho en sentir su respiración y, de repente, el estruendo de un disparo la hizo sobresaltarse del susto y empezar a sollozar. Pero no fue sino hasta que él habló que se dio cuenta de lo que había ocurrido.

-Era demasiado alta.- Y los pasos se alejaron de nuevo.- Las demás están bien, quiero la que falta para mañana.- Aquel hombre acababa de matar a una de ellas sin ningún tipo de remordimiento, solo porque no le gustaba su estatura.

-Por supuesto, Hiroguchi-dono.- Una inclinación por parte de sus subordinados que quedó en la nada ya que aquel hombre empezó a caminar de nuevo alejándose del lugar sin siquiera prestarles atención.

Systemless (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora