Tout ce qui nait, meurt tot ou tard.
Mis noches sin ti eran un constante, cerrar los ojos y verte esa última vez.
Esos lozanos ojos detrás del casco protector de tu motocicleta.
Créeme, deseé regresarme y besarte.
Deseé abrazarte, quedarme contigo.
No dejarte ir.
Ignoraba que sería la última vez que te vería, que las esperanzas despertadas por ese beso, solo se esfumarían al alejarme.
Esa noche... después de nuestro encuentro, ilusionada cual niña a la que se le promete el más bello regalo de toda niñez, te esperé.
Sí...
Te esperé, ansiosa detrás de la pantalla de mi teléfono celular, las horas transcurrían y yo solo sabía recordar cada instante que vivimos esa tarde tú y yo.
Avanzada la noche recordaba ese inocente beso que te robé, esa electricidad cuando me tomaste de la mano al caminar por las oscuras y lúgubres calles de la ciudad.
No te vi más... días después recibí el mensaje tan esperado, ya lo sabía todo, no podíamos estar juntos.
Comprendí lo que es respirar y sentir como se te escapa la vida, en el más triste suspiro.
No pude responderte...
Mi corazón palpitaba al ritmo de tu felicidad y tu libertad, aquella que me arrebataba en ese instante el aura de vivir y soñar.
Te deje volar, surcaste los cielos en busca del destino.
Uno, donde el porvenir conspirara a tu favor.
Et je, t'entends, quand tu, t'en vas.
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Ensueños
RomanceDel mágico idilio de un joven amor, obstinado a luchar contra la premura del tiempo. "El acelerado corazón y los nervios nos invaden... al cerrar los ojos, respiro el cálido aliento de tu boca y tu nariz, es alucinante y mágico." © TODOS LOS DERECHO...