Volviste a tomar la pluma de la lírica y la tinta del amor.
Te leí... Degusté uno a uno el sabor de tus términos.
No pierdes tu esencia.
Inspiras.
Lo confesé.
Tu siempre me lo reiteraste.
"...Si estás llena de dolor, amor o desilusión escribe..."
"La poesía es expresión no solo el amor inspira."
Hoy, lo acepto.
No soy escritora.
Soy solo un lector más, una adicta (devota) y dependiente de tu poesía que necesita de tu porción diaria para escribir, en cambio tú brillas por ti solo, no careces de nada, atesoras riquezas en tu corazón y galaxias infinitas de letras en tu mente.
Desacertada y confundida...
Falible...
Pensaba que escribía de mi amor por ti o de los vagos e imborrables recuerdos que me quedan de nuestro romance.
Sin embargo...
Los cerezos ya desdibujaban tu rostro y el olor de la mañana era frío y hostil.
Siempre de trató de ti, no del amor...
Era la pasión que puede despertar un alma inadmisible por medio de grafías talladas e inseguras.
Eres desde mi palpitante corazón, hasta por mis ganas de dibujar, pasando por mi tibia respiración y mis desequilibrados sueños... la figura literaria de mis poemas.
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