Sube el volumen de la radio.
Acaban de poner su canción favorita.
Tararea la melodía.
A los pocos segundos, la radio se apaga.
Ella la enciende de nuevo.
Él la vuelve a apagar.
¿Puedes dejarme en paz?, resopla ella.
Ya te dije que no soporto esa canción, responde él.
El coche vuela sobre la carretera.
La canción ha dejado de sonar
Para los dos.