Las mismas estrellas,
El mismo café,
La misma luna,
Pero no los mismos brazos,
No los mismos besos,
No las mismas personas.
Siete mil trescientos ochenta y cinco kilómetros los separan
Pero sus corazones están muy cerca,
Tanto que se llegar a rozar.
La pantalla del móvil ha dejado de ser suficiente,
Los mensajes de buenas noches no son lo mismo,
Las fotos entre amigos se odian y se observan con rencor.
Quieren que vuelvan las tardes en una terraza,
Las coronas de flores,
Y los guiños mal disimulados.
Quieren volver a ser,
Pero es difícil.
Tanto que duele.