→Capítulo IV

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┌Advertencia capítulo un poco ardiente, si no te gusta lo hot; no leas esa parte┐🔥

Camila se levantó. Tenía el cuerpo ligeramente cubierto por una fina capa de sudor. Sumándole todo el dolor que sentía en ella por a ver dormido sobre esas sabanas que jimin había preparado para dormir. Se había hecho de noche en menos de lo que había imaginado. Fue hasta el baño donde, recordaba, había dejado su ropa secando después de a verla lavado como pudo. Se la puso y cuando pudo, salio del pequeño baño... Sus oídos escucharon lo que jamás nunca le hubiera gustado percibir.

— ¡Si! — grito una voz femenina desde afuera. Camila agudizó el oído – ¡oh si! Sigue.. sigue.. — gritaron de nuevo. La piel de camila se erizo por completo, optando por un color diferente. Ruborizada, intento abrir la puerta de la habitación. — ¡Mas! Oh.. si, más — la vista se le nublo por completo al observar a jimin haciéndoselo a una mujer.

Tragó saliva. La oscuridad la ayudaba a ocultarse. Asco. Esa mujer no dejaba de gemir cada vez que el entraba en ella con fuerza. Y camila podía verlo, observaba como se retorcía cuando jimin la embestía con ganas, bombeándola de placer, apretando las manos, gozando hasta el punto maximo ese inmenso deleite.

— ¿Te gusta? — le preguntó el. Aquella voz la estremeció por completo. Tanto que hasta procedió a morder su labio inferior, deseosa.. si.. deseosa por estar en el lugar de esa mujer.

— ¡Si, dios... sigue! — le ordenó ella. Y camila en su lugar, también deseaba que siguiera follandola, haciéndoselo, observando todo. Cuando de pronto, los sentidos volvieron a su lugar y en vez de seguir observando, se encerró en la habitación de nuevo, haciendo sonar la puerta con fuerza.

Los gemidos se detuvieron. Camila sintió que moría, la habían descubierto. Trato de esconderse en el baño, pero el... ya estaba dentro de la habitación.

— Estas pálida — le dijo, al encender las luces. Traía los pantalones a la cadera, ligeramente sudado y despeinado

— Sí, si... debe ser — le respondió ella. No quiso mirarlo a los ojos por qué sintió que se ruborizaría de nuevo

— Y como no vas a estarlo si has visto lo de afuera — soltó una risa pequeña

— Fue intencional.

— Sí, claro.

— No me gusta ver porquerías — le dijo molesta — al menos deberías tener un poco de respeto por mi

— Lo tengo.

— Oh claro... y por eso traes a esa puta a este departamento mientras yo estoy aquí — se ruborizo de nuevo. ¿Por que le reclamaba al propio secuestrador?

— ¿Te molesta hermosa?  Te recuerdo que esto no es más que un secuestro.

La miro. Ahora el también estaba enfadado, y al notar que ella igual, decidió seguirle el juego.

— Además.. lo hice porque te has dormido en ropa interior. — camila trago saliva. Ahora si sentía la sangre sobre en su rostro — Es que solo a alguien como tu se le ocurre dormirse en ropa interior con alguien que ni siquiera conoce — la miro a los ojos, comiéndosela con la mirada. Sus ojos fueron a parar entre sus senos, de nuevo pensó en lo dulce que sabrían en su boca. Al igual que su sexo. Delicioso — Y no dudaría — susurro, y entrecerró la puerta un poco más, de la habitación. Poco a poco fue aminorando la distancia que había hasta ella — En pensar que estas mojada

Camila tembló por dentro al escuchar esas palabras. ¿Como lo sabía? ¿Acaso lo sentía? Relamió sus labios involuntariamente.

— Mojada después de a verme visto haciéndoselo a alguien — camila retrocedía a medida que el se acercaba, tanto que fue a parar hasta la pared, chocando con ella, sin escapatoria, pues el estaba del otro lado, impidiéndole salir — ¿ Me equívoco? — suavemente posicióno sus manos sobre las caderas de camila.

Se había excitado en menos tiempo con ella, que con la puta que había contratado para saciar sus deseos. Y es que su deseo era ella. Follarla. Se apegó a camila, respirando su propio aliento, y rozando su erección en el vientre de ella, haciéndola sentir de alguna manera todo lo que provocaba en el. Se movió en círculos, la misma camila soltó un leve gemido. Ahora si estaba realmente mojada. Excitada en su punto máximo.

— Dime que quieres sentirme dentro de ti – susurro el — dímelo... vamos

— No.. — el sentido común había vuelto a ella a tiempo. Camila lo alejó, a pesar de tener las manos de jimin firmes en sus brazos. Al menos tenía una cosa clara. — Jamás estaría con alguien como tú

pienso terminar esta historia primero, las demás estarán pausadas hasta nuevo aviso; bye espero les allá gustado.┐❁

Secuestrada | Park Jimin |Pausada| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora