— Sí... — de lo más profundo. Más haya del rencor que se tenían. Le importaba. Sí y mucho.
— Pues lo sabes, me han golpeado.
— ¿Quiénes?
— Unos hijos de pu** — _____ lo miro mal. La servilleta se puso helada. Terminó de pasarla por su mentón. Al menos eso le ayudaría en algo. La dejó a un lado, concentrándose ahora en la mandíbula de jimin.
— Pues esos hijos de puta te han dejado mal
— Hubieras visto como quedaron
—¿Quién fue? — le dijo verdaderamente preocupada. Colocó sus brazos sobre su fina cintura, viéndose realmente graciosa. La enorme camisa que jimin le había comprado le quedaba hasta un poco más arriba de las rodillas. Por lo que no usaba pantalones.
— Un imbécil ¿Sí? Uno de los que se ha llevado a una de tus mejores amigas...
A _____ le entró un escalofrío. Recordar esa escena... le erizaba la piel por completo.
— No creo que quieras escuchar esto.
Jimin caminó hasta la habitación. Separándose de ella.
— Dímelo.
— Eres tan terca...
— No me afectaría.
— ¿Quieres escuchar la verdad? — preguntó frío de nuevo. _____ le sacaba de quicio. Ella asintió. — Han matado a tres de tus amigas. — le dijo sin escrúpulos.
Se abrió un silencio entre los dos. Los ojos de _____ se humedecieron por completo, solo le faltaba cerrarlos para completar su llanto. El cuerpo se le debilitó. Sosteniéndose tan solo por la mirada de jimin. La mataría... sí, solo faltaba ella.
— ¿Y sabés? — le preguntó — Solo faltas tú y otra más — las lágrimas de _____ se hicieron interminables. Otra vez asustada, sus manos empezaron a sudar. Sus ojos se hicieron pequeños.
— La diferencia es que yo no pienso hacerte nada. — jimin se acercó a pequeños pasos, el ahora frágil cuerpo de _____ quedó encerrado entre el y la pared.
Encerrado y acogido por sus brazos. Jimin le levantó la cabeza, haciendo que lo mirará a el y solo a el. Que pensará en el. Que lo escuchará a el. Que sea el, por una vez... Lo único que le importaba.
— No voy a matarte— le dijo. ____ se mordió el labio, intentando no
llorar. — He dejado que esos hijos de pu** hagan lo que se les ha venido en gana conmigo por tí.. pero no contigo.Los brazos de _____ le rodearon la nuca. Jimin sintió una fina oleada acogedora en su estómago. Le gustaba cuando lo tocaba de esa forma. Tan sencilla y sutil. Tan propio de ella y de lo hermosa que era. Tan mujer. Provocativa. Sensual. Ella. Ella y su poder. El poder de inquietarlo tanto.
— ¿Me creés? — _____ asintió. Si hablaba se pondría a llorar — Así me gusta — Jimin le sonrió. _____ bajó la cabeza, tratando de sonreír también— Te he dicho que no me gusta verte llorar.
Esta vez ella si río. Bajó las manos de su nuca, para limpiarse las lágrimas de las mejillas.
— Es tarde.. — le dijo el
— Sí, ya me iba a dormir...
— Ok, hasta mañana entonces— le dijo el. ______deseó que el momento no acabará ahí. Tenía unas inmensas ganas por besarlo. Sí. Muchísimas.
Incontenibles. Deseaba agradecerle tanto por estar haciendo esto por ella. Tirarlo y comerle la boca de distintas maneras. Probar su lengua una vez más. Acariciar su torso, sus brazos, desnudos y para ella. Sus bíceps hechos a la medida. Provocarlo. Excitarlo tanto.
Lo necesitaba. Necesitaba escuchar que le pedía un minuto de placer junto a ella. Necesitaba en el fondo.. Que le dijera que le importaba muchísimo. Que nunca había hecho eso con otra mujer. Que ella no era una simple mujer. Que ella era suya. Suya....
— Hasta mañana. — se despidió. Caminó hasta la habitación. ‘Jimin’ susurro en su cabeza. Dios mío. Jimin. Mío.. Mío... Sí... Su mente estaba ocupada por el. Sus sentidos. Su cuerpo entero quería ser tocado por sus manos.
Aquellas que la llenaban completamente. Aquellas que la habían tocado toda. Sin limitación. ‘quiero ser tuya... hazme tuya’... ¿Como? De todas las formas. Cerró la puerta de la habitación.
No dormiría esa noche, pues tenía un plan en mente... un plan que seguro funcionaría, que haría que Jimin la hiciera suya de una vez por todas. Lo deseaba. Más que a nada. Y sentía que ese sentimiento se hacía más fuerte, más y más.
Esa noche, ella sería suya....
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Secuestrada | Park Jimin |Pausada|
Fiksi PenggemarPRONTO A BORRADOR... Cuando a park Jimin, uno de los criminales más buscados en todo estados unidos, le convocan para el secuestro de cinco chicas millonarias en las vegas, no duda ni un segundo en aceptar la oferta. Lo que no pensó...fue enamorar...