Natalia toca y canta en la calle para poder pagarse la universidad. En la acera de enfrente, Alba pinta y vende sus cuadros para poder pagarse el alquiler.
Odio, rivalidad, alcohol... ¿Y una mirada? ¿Una sonrisa? ¿Un beso?
¿El amor conseguirá que s...
-Bua bua esto va a ser genial.- Decía Marta alegremente paseándose por el apartamento de Natalia. -Siempre he querido ir a la universidad por las fiestas que se montan.
-Has visto demasiadas películas.- Rio Natalia pintándose los labios de un tono oscuro.
Las dos chicas habían quedado una hora antes de la fiesta para prepararse.
-No me mires no me mires no me no me no me mires déjalo ya, que no me he puesto el maquillaje je je...- Tarareaba Marta frente al espejo la canción de Mecano mientras se pintaba las cejas.
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-¿Has denunciado el robo de tu guitarra?- Preguntó guardando su maquillaje.
-Si.- Contestó Natalia. -Pero no tengo noticias, no creo que la encuentren.
-Que cabrones...
Natalia asintió.
-Sigo flipando con lo que me has contado de Carlos y Alba.- Rio Marta.
-Ni se te ocurra sacar el tema.
-Pobre Julia...
-No ha sido culpa de Alba.- Salió rápidamente a la defensiva Natalia.
Marta levantó las manos en señal de inocencia. -Yo no he dicho eso.
De repente el móvil de Natalia comenzó a sonar. -Te llama el churri.- Comentó Marta observando la pantalla del móvil de la morena que estaba sobre la encimera del baño.
Natalia dibujó una mueca, cogió el móvil, descolgó y saludó sonriente a Mikel saliendo del baño.
Marta continuó su tarea de preparación para la fiesta. -Sombra aquí y sobra allá maquíllate maquíllate...- Continuó frente al espejo.
Después de unos minutos Natalia volvió a entrar en el baño suspirando.
-¿Vosotros dos estáis bien?- Preguntó Marta refiriéndose a su relación con Mikel.
-No lo se, es complicado. Tanta distancia...
-¿Pues déjale?
-El me quiere y yo le quiero.- Se defendió.
-Ya...- Marta analizó a la chica de arriba a abajo.
Justo antes de que Natalia pudiera recriminarle, el timbre del apartamento sonó.
-Joder ya están aquí.- Marta salió del baño, cogió su bolso y su abrigo y salió del piso delante de Natalia que la siguió por detrás.
Las dos chicas bajaron encontrándose con su grupo de amigos en el que faltaban Carlos y Alba. Natalia saludo a todos uno por uno, estaban elegantes y sonrientes a excepción de Julia que se le podía ver enfadada con el mundo.
El grupo inició su camino hacia el lugar de la fiesta que no quedaba muy lejos de allí.
