25. Pasajeros a bordo

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-¡HASTA LUEGO MARICARMEN!- María salió del campus y lanzó todos sus apuntes por los aires como si estuviera tirando confeti.

-María hija que lo vas a tener que usar para los siguientes globales.- Se quejó Julia recogiéndolos del suelo cada vez que la rubia los lanzaba.

El resto del grupos les observaban desde atrás riendose a carcajadas al ver la escena en la que María parecía una reina echando comida a sus súbditos.

Los exámenes se habían acabado, quedaban menos de dos semanas para Navidad y tenían que aprovechar esos últimos días juntos antes de que cada uno tomara rumbo a su cuidad para pasar las Navidades con su familia.

Pasearon por las calles charlando animadamente. Habían decidió ir a La Academia a tomar algo.

-Jo es que mi profesor Capde es majísimo.- Comentaba Marta. -Me ha empezado a contar sus planes de Navidad, es un amor.

-Yo no soporto a Noemí.- Bufó Alba.

-El mío me cae bien.- Dijo Natalia.

-Bua pues Viky está buenísima.- Interrumpió María refiriéndose a su profesora provocando una carcajada a los presentes. -Os lo juro, no puedo dejar de mirar su culo.

-Normal que no apruebes.- Rio Julia.

-Mi carrera es muy difícil.- Se defendió la rubia. -No como la tuya.

-Oye que Magalí es muy dura.- Se molestó Julia.

Los piques constantes entre esas dos nunca cesaban.

Llegaron a la entrada del local y se giraron para ver si esperaban a Carlos. El chico llevaba todo el camino hablando por teléfono.

Les hizo una señal para que entraran y como de costumbre, se pidieron unas cervezas y unos batido y se sentaron en una de las mesas.

Al poco rato entró Carlos sonriente con el móvil en la mano y se sentó acelerado con sus amigos.

-¿Y a ti que te pasa?- Joan levantó una ceja al verle tan feliz de repente.

-Escuchadme.- Se apoyó en la mesa y todos le escucharon con atención. -Montaña, nieve, cabaña, estación de esquí, tres días. ¿Quién se viene?

-Yo.- Se apresuró a decir Marta que como siempre aceptaba cualquier cosa sin pensarlo.

-Tu te apuntas a un bombardeo.- Río Miki.

-A ver cariño explícate.- Comentó Julia.

-Mi tío tiene un pequeño chalé en las montañas, no muy lejos de aquí, esta cerca de la estación de esquí de puerto Navacerrada. Estas Navidades las van a pasar fuera del país y me han ofrecido la casa unos días por si queremos ir antes de nochebuena.

El grupo se miró entre sí.

-Vamos ¿No?- Preguntó Miki.

-Por mi bien.- Sonrió Joan.

-Yo voy.- Dijo Julia.

-Yo también.- Natalia le dio la mano a Alba.

-Y yo.- Sonrió la rubia.

Todos observaron a María espectadores de que respondiera.

La chica se cruzó de brazos y levantó una ceja. -¿Desde cuándo se hace deporte en Navidad?

-Mari no me seas puta vaga.- Se molestó Julia.

-No sé esquiar.

-Yo tampoco.- Interrumpió Marta. -Eso no es excusa.

LA CHICA DE ENFRENTE | albaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora