Alba afinó la vista centrándose en el peligroso trazo que tenía que realizar con el pincel sobre el lienzo. Cogió aire y sacó la lengua en señal de concentración. Movió su muñeca lo más cuidadosamente posible. Era el trazo que delimitaba el ojo por lo lo que no podía salirse de la trayectoria, debía ser perfecto.
Levantó el pincel soltando el aire y analizó minuciosamente la línea sonriendo al comprobar que le había salido como espera.
Miró la hora y resopló al ver que eran las doce y media de la noche. En silencio recogió el caballete y lavó sus pinceles. Se puso el pijama y se metió en la cama.
Se tapó con las sábanas hasta el cuello y se abrazó a si misma al sentir el frió de la noche. Levantó la vista y miró al otro lado de la cama que permanecía vacío. Suspiró y se abrazó a la almohada.
Hacia ya varios días en los que Natalia no conocía otro sitio que aquella discográfica. Se levantaba bien temprano, se hacia el desayuno a ella y se le dejaba preparado a Alba y salía por la puerta directa a trabajar en su música hasta altas horas de la noche. No comían juntas, no cenaban juntas, con suerte, se veían por las mañana si Alba madrugaba o por las noches si Natalia se dignaba a llegar a casa antes de media noche. La rubia siempre intentaba buscar algún hueco para poder pasar tiempo juntas. Ir al cine, ir a tomar algo o simplemente quedarse abrazadas en el sofá como tantas veces habían hecho. Pero entre los horarios de la morena y de ella en su nueva empresa de arte nunca llegaban a coincidir.
Cerró los ojos de nuevo intentado dormirse pero como esos días atrás, la costaba conciliar el sueño. Se había acostumbrado tanto a la presencia de Natalia junto a ella cada noche que ahora sentía una soledad que la aturdía cada día.
Oyó como la puerta del apartamento se cerraba. Levantó la vista y distinguió las dos menos cuarto en su reloj. La puerta de la habitación se abrió con cuidado y Alba escuchó como Natalia se quitaba la ropa y se ponía el pijama lo más silenciosamente posible a sus espaldas.
Notó un pequeño bote en el colchón cuando la chica se metió en la cama y se tapaba con las sábanas no sin antes besar la mejilla de la rubia como cada noche provocando una pequeña sonrisa en la chica al sentir los labios fríos de Natalia sobre su piel. Por último, sintió como la chica palabra un brazo por su costado y la abrazaba pegandose a ella. En ese momento era cuando Alba volvía a sentirse llena, calidad y protegida de nuevo por la chica que tanto echaba de menos durante el día.
Tragó saliva. -Nat.- Susurró.
-¿Si?
Alba se giró sobre si misma para quedar cara a cara y la miró seriamente a los ojos. -¿Cuánto tiempo vamos a seguir así?- Murmuró preocupada.
Natalia dibujó una sonrisa tienes y alargó el brazo acariciando la cara de la chica con el pulgar. -Estoy comenzando a producir mi primer single. Lleva mucho tiempo todos los preparativos y por eso paso allí muchas horas pero necesito tenerlo cuanto antes y poder presentarlo a los festivales.
Alba asintió entristecida.
-Esto es solo una etapa ¿Vale? Un comienzo de algo muy grande. Todos los comienzos necesitan algo más de esfuerzo.- Natalia se acercó a ella y probó sus labios. -Te prometo que todo volverá a ser como antes. Solo te pido un poco más de tiempo. -Cogió su mano entrelazando sus dedos.
Alba dibujó media sonrisa y se aferró a ella sintiendo su calor, hundiendo su cara en su pecho y cerrando los ojos entre sus brazos.
***
Julia movió seria su cuchara removiendo el café. Esa tarde el grupo de chicas habían decidió pasar la tarde en el apartamento de Marta para ver una película.
La castaña levantó la mirada y observó las ojeras de la rubia. -Alba... Deberías dormir más...
-Dos semanas Julia. Casi tres.- Dijo indignada mientras ella también removía su café. -Sigo sin verla. Sigo sin saber nada de ella. Ni siquiera puedo llamarla por teléfono.
Julia suspiró al desviar la vista y ver a María y a Marta en el sofá desde la mesa. Cada una en un extremos del sofá sin apartar la mirada de la televisión. Parecía que los dramas amorosos se iban acumulando.
-No entiendo nada...- Volvió a quejarse la rubia.
-Alba tienes que entender que porfin después de tanto tiempo está cumpliendo su sueño. Es normal que quiera estar trabajando con su música cada minuto. Es algo que lleva esperando toda su vida y porfin tiene la oportunidad de sacar todo su trabajo a la luz con una famosa discográfica que la va a llevar a lo más alto.
La chica se relamió los labios. Lo entendía. Entendía que Natalia estuviera dejando todos sus esfuerzos en conseguir dar el salto al panorama musical. Que la morena estaba trabajando con toda su buena fé en lo que siempre había querido. Pero también sentía indignación al no poder verla, abrazarla, besarla, probarla.
-Dios Julia soy una egoísta.- Se desesperó.
-No eres ninguna egoísta. Es normal que quieras verla.
-¿Qué debo hacer? Es que... No quiero seguir así... No puedo no verla conmigo pero... Es que no sale de ese maldito lugar.
-¿Y si vas a verla?
Alba la miró sin entender.
-Bueno, si ella no sale de la discográfica, ¿Por qué no vas tú a verla allí?
-Pero... Igual la molesto...
-¿Cómo la vas a molestar? Alba eres su chica, su apoyo. Además tú también sabes de música. ¿Quien sabe? Igual puedes ayudarla con las notas, la letra, la gustará saber tu opinión sobre la canción o el videoclip.
Alba sonrió al imaginar la idea. -Esta bien. Mañana mismo iré a verla.
-Todo volverá a la normalidad.- La animó Julia.
Alba asintió y se giró hacia el sofá resoplando. -¿Y estas dos? ¿No se piensan dirigir la palabra?
La castaña se encogió de hombros observando como las dos chicas miraban al frente comiendo palomitas.
-Bueno que. ¿Venís de una vez?- Cortó María el silencio dirigiéndose a las dos chicas que seguían sentadas en la mesa. -Os estáis perdiendo la mitad de la película.
Alba y Julia se miraron en silencio y se levantaron dirigiéndose al sofá. Observaron como cada una estaba sentado en un extremos así que con un suspiro, se sentaron entre ellas.
Las dos se sorprendieron al ver que la película de Coco estaba casi terminando. ¿Cuánto tiempo habían estado hablando?
Alba se abrazó a si misma y dejó caer una lágrima al ver en la pantalla la escena más emotiva de la película. Julia se dió cuenta y la rodeó con un brazo. Se giró y se percató de que a su derecha, María observaba la televisión con los ojos cristalinos. La castaña repitió el mismo movimiento y la rodeó con su otro brazo.
A la izquierda, Alba dibujó una tierna sonrisa y atrajo a Marta para que se apoyará en su hombro y se acurrucara a su lado.
Las cuatro dejaron escapar una tímida risa y se abrazaron sin apartar la vista de aquel pequeño niño mexicano que soñaba con ser músico.
¡QUE NATALIA HA SACADO SU EP!😍😇🤤
¿A vosotros que os han parecido sus canciones?🙉
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LA CHICA DE ENFRENTE | albalia
FanfictionNatalia toca y canta en la calle para poder pagarse la universidad. En la acera de enfrente, Alba pinta y vende sus cuadros para poder pagarse el alquiler. Odio, rivalidad, alcohol... ¿Y una mirada? ¿Una sonrisa? ¿Un beso? ¿El amor conseguirá que s...