18

14.8K 1.1K 240
                                    

Recordar que por 5 dólares podéis comprar la obra completa en formato electrónico (como un pdf) para leerla sin esperar actualizaciones y por 22 dólares podéis comprar el libro en físico <3


Despierto entre sudores, con gritos atrapados en mi garganta y una sensación horrible de opresión en el pecho. Todo se va lentamente cuando una mano toma la mía y veo junto a mí en la cama uno cuerpo lleno de cicatrices y una mirada dulce, aunque oscura como el abismo.

—¿Estás bien? Has estado casi un día entero inconsciente... —dice Dunkel agarrando mi mano con más fuerza y acercándome a él antes de estrecharme en un abrazo. Tan cálido, tan mi hogar.

—Yo sí, pero mi hermano... Samael le... le...

—Sí, le ha cortado la mano buena, pero le ha curado con una gota de sangre. Ahora tu hermano está igual de sano que antes, solo que ya no podrá pelear nunca más. Lo siento, Samael es incluso más fuerte que yo, aunque no quiera ser el líder, es una persona imprevisible y extraña, no sabía que él iba a hacer algo así. —puedo ver la sombra de decepción y miedo en sus ojos, el temor con el que sus manos me acercan por si me alejo.

—Está bien, no es culpa tuya, amo. ¿Mi hermano como se lo ha tomado? —él profiere una débil risa.

—Sul se lo que ha quedado como esclavo temporalmente, pero tu hermano es tan rudo y está tan enfadado que creo que Sul no podrá aguantar tanto. Tu hermano no ha derramado siquiera una sola lágrima, creo que es extraño, pero está bien. —suspiro aliviado por escuchar eso; ahora mismo no soportaría verle y contemplar el odio en sus ojos cuando me mire, pero necesito saber de él. —Esclavo ¿Sigues odiando a los vampiros?

Esa pregunta da de lleno en mí. Sé que no le odio a él, puedo sentirlo en cada fibra de mi ser, pero de mí se apoderan imágenes como la de Samael dejando manco a mi hermano o la de vampiros ya fallecidos asesinando a mis soldados en una batalla para mí desoladora. Imagino como un vampiro asesinó también a la madre que nunca conocí. ¿Qué si odio a los vampiros?

—Ya no lo sé, no puedo pensar con claridad.

—Entonces haré que no puedas pensar en absoluto.

Se desliza bajo las sábanas, sus manos buscando mi cintura y alcanza a través de ella mi pene. El tacto es inesperado y cuando sus dedos lo rodean doy un respingo en su agarre, solo que jamás podré liberarme de él.

—Mi pequeño esclavo, eres tan dulce. Has sido tan útil ayudándonos a capturar a tu hermano y tan bueno al no odiarme por lo que le ha sucedido... Mereces una recompensa.

Su voz penetra en mi piel. Después de sus palabras mi cuerpo solo sabe dejarse hacer, nunca podré resistirme a su encanto, a su dominación. Nunca podré escapar de él, ni podré siquiera desear hacerlo.

Me apega más a su cuerpo, dejándome sentir lo enorme que es y lo ínfimo que soy en sus manos. Sus dedos estrujan mi virilidad y empiezan a bombear lentamente. Gimo en anticipación sintiendo como sus dedos separan mis nalgas y acarician mi entrada para relajarme.

Una de sus piernas se cuela entre las mías y la dobla, elevándola y obligándome a abrirme para él. Los nervios se instalan en cada respiración y me hacen temblar.

Esta vez está yendo rápido y no sé si estoy preparado o no, pero sé que él hará lo que desee independientemente de eso; la idea me pone a mil y no sé explicar por qué.

Un dedo entra en mí con brusquedad y chupo aire por el dolor y la quemazón de esa intromisión. De todos modos, empieza a moverlo rápidamente dentro y fuera de mi recto, logrando que mi dolor y mi placer se vuelvan amantes, fundiéndose el uno en el otro.

Órdenes y desorden (gay, BDSM, vampiros) [EN AMAZON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora