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El silencio era su compañía, aún así, podía escuchar el viento estrellarse contra las flores del jardín y los pájaros cantar suave. Pese a eso, aquello sonidos no llegaban a ser molestos, la tranquilidad reinaba y el elegantemente afamado conde, Ciel Phantomhive, revisaba en su despacho, varios documentos y cartas que la reina Victoria le había enviado anteriormente.

La puerta de madera del lugar  fue abierta de manera cuidadosa, dando paso a su mayordomo, Sebastián, quien traía consigo varios artículos para una perfecta hora del té. Ciel volteó su mirada a Sebastián quien le regaló una sonrisa, sin embargo este no se la devolvió

"Tan joven y ya amargado" Pensó Sebastián sin quitar la sonrisa de su rostro.

— Joven amo perdone la intromisión, vengo a servirle un poco de té italiano — Dijo el pelinegro sirviendo el té en una taza azul para dársela.

Ciel lo miro desganado, pese a eso, no negro la taza humeante que se le ofrecía.

— ¿Té italiano? — Pregunto el conde, volviendo su vista hacia los documentos, su cabello azulado cubría sus ojos sin llegar a ser estorboso.

— Así es, joven amo, creí que le gustaría probar el té italiano, cosechado específicamente de Florencia... — Comentó, sabia que su amo disfrutaba de la extravagancia del té; para muchos sería simple té, para Ciel, aunque no lo mencionara casi nunca, era una inmensa felicidad, incluso más si era extranjero y cosechado por manos campesinas.

— Si, claro — Respondió tomando un sorbo de la taza que Sebastián le había entregado, sin duda era un gran té, inmediatamente le recordó  aquel cuento "La flor de smeraldo" — ¿Ha llegado alguna carta nueva de su majestad...? — Pregunto tranquilo con su taza en mano.

— Hasta ahora no, joven amo... Tengo entendido que Alois Trancy fue contactado recientemente por la reina.... — Ante eso Ciel no mostró rastro de querer saber más, viendo esto, Sebastian creyó que era el momento justo para resolver la duda que carcomía su cabeza, retirando los utensilios que ocupó para el té de su amo, habló — Mi amo, tengo una pregunta que... hace tiempo está molestándome por saber la jugosa respuesta — Sonrió frío.

— ¿Cuál es tu pregunta? — Dijo aún sin verlo dejando la taza sobre el escritorio.

Sebastian (viéndose tan guapo como siempre) curvo sus labios en una expresión seria y soltó la pregunta.

— ¿No es de nobles casarse antes de los dieciocho años...? — Dijo de manera condescendiente — Tengo entendido que un conde a sus dieciocho años, como dije, debe casarse con alguien de la aristócrata o incluso con alguien del pueblo, para traer herederos que le sucedan prontamente — Hablo Sebastián, mientras veía a su joven amo inmutándose.!

Pensó un momento en la respuesta, era claro que siendo un demonio, Sebastian, tuviera esa duda y aunque pensó que jamás le llegaría a preguntar aquello... reaccionó de manera inmediata, tranquila también, no es como si eso lo carcomiera.

— Debo casarme, lo sé, pero no pienso casarme con alguien de la nobleza; Las mujeres nobles son completamente hipócritas, infantiles, envidiosas y traicioneras y un ejemplo de ello es Elizabeth. — Dijo mirando por fin a Sebastián, sus ojos azules delataban su desagrado de tener que discutir el tema.

— ¿Piensa entonces en casarse con una campirana...? — Otra pregunta cuestionadora que definitivamente a Ciel le hubiera gustado evitar pero no sería muy cortés de su parte.

— No tengo opción, aunque esas mujeres no tienen la educación suficiente ni mucho menos la ética o modales, es un sacrificio a tomar. Es eso o casarse con una hipócrita. Después de todo, una campesina puede aprender después.

— Lo que usted diga joven amo pero dígame...
¿Que dice de Lady Elizabeth? Podría casarse con ella, indiferentemente de lo que piense de ella, incluso Lady Elizabeth puede ser aquello que busca en una campesina.

El silencio reinó unos segundos, como si Ciel en verdad estuviera meditando aquello, pero lo que rompió el silencio fueron las carcajadas de Ciel, sus manos apretaban su estómago por las fuertes risas y en sus ojos habían pequeñas lagrimas debido a ello.

— JAJAJAJAJJAJAJAJAKSJAKAJJAJAJAKAJAJAJAJAJAJJAJAJ — Sin duda el mejor chiste que pudo haber escuchado — ¿Casarme con una mujer indiscutiblemente mimada...? — Otra risa salió de la boca de Ciel — ¿Acaso eres comediante, Sebastian? — Poco a poco fue tranquilizándose, sus risas cesaron y Ciel pudo volver a hablar —  Es como si no me escucharas, Sebastian... No casarme con ella. N No quiero desperdiciar mi vida con ella, no tendría tiempo para sus caprichos. Necesito a mi lado una mujer que siga mis órdenes y me asesore en caso de necesitarlo. Elizabeth no cumple con ninguna de mis expectativas, probablemente solo piensa en fiestas y osos de peluche. — Rodó los ojos, había roto ya su compromiso con Lizzy por lo mismo, no toleraba su actitud.

"Es alguien dominante... " — Sebastián

— Como diga joven amo, he pasado por alto sus palabras, lo lamento — Hizo una leve inclinación hacia Ciel.

Antes de salir, Ciel levantó su vista una vez más, ya que su mayordomo lo mencionaba, lo mejor sería comenzar ya con la búsqueda, ¿no?

— Sebastián — Habló firme, listo para dar una orden.

— ¿Si, joven amo? — Volteó a mirarlo llevando su mano a su pequeño.

— Ve al pueblo cercano y buscas una joven de mi edad o menos; alguien quien tú creas, sea digna de ser mi esposa, la próxima condesa Phantomhive. Una vez la encuentres tráela aquí, haré que firme un contrato marital, explícale a esas mujeres sin educación que deberán seguir el contrato al pie de la letra. Mi futura esposa no puede hacer lo que quiera, será mi esposa, no cualquier mujer. ¿Has entendido Sebastián?

— Yes, my lord — Y con una reverencia de noventa grados, salió Sebastián listo para cumplir su misión.

Hola este es mi primer fanfic unu
La verdad nunca he escrito uno pero lo intentaré ¡^^!
Lo que necesito es que me apoyes y no lo critiques jsjs ):

Bueno me despido, bye bye 😌

Cᴏᴍᴘʀᴏᴍᴇᴛɪᴅᴏs [Cɪᴇʟ ʏ Tᴜ] Pausada //En Edición//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora