Criminal 🔞 [Wanna One / NU'EST] 《DongHwi / OngNiel》

CRISANTEMO [eternidad]

 Nunca creyó que estar rodeado de flores lo pudiera hacer sentir miserable, había elegido la florería porque había heredado de su madre el amor y gusto por la jardinería.

Estaba sentado en una esquina de la sala funeraria abrazándose las piernas, con la cabeza entre las rodillas, la gente entraba y salía sollozando sin prestarle atención, el aroma de las flores blancas y amarillas lo hacía sentir mareado y tenía ganas de vomitar.

Se levantó y salió de la sala hacia la estancia donde familiares y amigos de la familia Lee intercambiaban condolencias y palabras de consuelo.

Estaba tan cansado, no entendía de donde había sacado la fuerza para levantarse esa mañana, ducharse y vestir su traje negro, no sabía como había hecho para preparar él solo todos los arreglos florales del funeral en tan solo dos días.

—Has estado aquí todo el día, deberías comer algo —sugirió una mujer mayor que Dongho reconoció como la abuela de Daehwi— ¿quieres que te sirva un poco de sopa?

Sintió un nudo en la garganta, la anciana se veía cansada y triste, aun así procuraba cuidar de todos los presentes.

—Está bien, comeré algo cuando llegue a casa —Dongho trató de sonreír.

Buscó un asiento vacío en un rincón de la sala para sumergirse en su miseria nuevamente, hasta que una figura familiar atravesó la puerta, Daniel se dirigió hacia él apresurado y lo primero que Dongho sintió al verlo fue alivio, tenía tres días sin poder comunicarse con él.

—¿Qué hiciste? ¡Maldita sea! —dijo Daniel tomándolo por el cuello de la camisa antes de que Dongho dijera cualquier cosa, el mayor ni si quiera intentó defenderse, Daniel se veía realmente furioso y dolido, parecía estar a punto de llorar y eso por supuesto era una mala señal porque Daniel odiaba llorar frente a otras personas— ¡Esto es tu culpa!

Las miradas curiosas de los presentes se sintieron como balas acribillándolo con culpa, porque era cierto, todo era su culpa.

—¡Niel basta! —Seongwu intentó quitárselo de encima, Dongho ni siquiera había notado su presencia hasta que habló— Este no es el momento ni el lugar, vamos afuera.

—Él tiene razón —dijo Dongho tomando ambas manos de su hermano y apartándolas de su cuerpo—, vamos a otro lugar ¿han cenado ya? —preguntó mirándolos a ambos, Seongwu negó con la cabeza, Daniel se deshizo de su agarre y caminó a la salida, ignorándolo.

—Ve con él, me quedaré aquí para dejarlos hablar —dijo Seongwu.

Suspirando con cansancio, Dongho trató de alcanzar a su hermano, y caminaron hasta un café cercano, era tarde en la noche y la mayoría de los restaurantes estaban por cerrar.

Los dos se mantuvieron en silencio todo el camino, cuando llegaron solamente alzaron la voz para pedir bebidas calientes, salieron del local y caminaron algunas cuadras más hacia una plaza vacía, donde se sentaron uno a lado del otro sin decir nada por un largo tiempo, Dongho ni siquiera pudo beber de su café, sentía un horrible hueco en el estómago y sabía que si ingería cualquier cosa iba a terminar devolviéndolo todo.

Daniel por su parte mantenía la mirada clavada en su vaso térmico de plástico y Dongho notó por sus hombros encorvados y ojos vidriosos, que todavía estaba conteniendo las ganas de llorar.

—Minhyun habló conmigo en la mañana, el chico que les disparó está detenido, él no quiere hablar, pero yo voy a ir a la comisaría para dar mi declaración y que empiecen a procesarlo, tarde o temprano tendrá que decir quién le ordenó hacerlo si no quiere pasarse toda la vida en la cárcel.

El silencio volvió a caer entre ellos, hasta que finalmente Daniel logró reunir el valor suficiente para romperlo y enfrentar a su hermano de una buena vez.