24. ¡Que me parta un Rayo!

29 9 0
                                    

Que me parta un rayo dije

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Que me parta un rayo dije.
Y la tormenta se agravó.
Desde entonces por aquel improperio
Un Temor a las tormentas se fundó.

Una noche oscura, un relámpago
Alumbró, Un trueno retumbó , mis oídos cubrí, mis ojos cerré, me acurruqué en aquel viejo sofá, en el que solía leer, más truenos retumbaron, más luz entro por la ventana, y en un momento una ventisca helada.

Ahora estaba temblando, de frío y también de miedo. Las ventanas chirriaron, con la fuerza de aquel vendaval, y en un momento solo se oyó la rotura del cristal.

Sentí aquella filosas cortadas, inmóvil cómo estaba, el miedo se apoderó de mi, más sin embargo nunca me moví, sentí la sangre escurrir por mi cuerpo, pero nunca mis ojos abrí, el temor se arremolinó en mi interior, más la tormenta nunca llegué a ver cesar, puesto que en la madrugada un rayo llegó, pero no en la manera en la que predije yo, cerca de la ventana, en un árbol cayó, aquel bravío rayo, que sus hojas incendió, poco a poco las ramas caían carbonizadas, y el viento haciendo de las suyas a mi ventana llevo, todo lo que el fuego consumía, en un momento todo tomo un anaranjado color, las cortinas se incendiaban, y con ellas toda la habitación, aquella tormenta en vez de apagar, el fuego agravó, y en aquella solitaria habitación, postrado en aquel mueble, con los ojos cerrados e infinidad de cortadas, mi cuerpo débil desistió, y Justo así comprendí, que las maldiciones, son peligrosas, y se vuelven realidad y cuando menos te lo esperes, se cumplirán.

Poemas, Poesías & Escritos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora