Bueno, yo y mis ideas locas. Ahora si ¡Tengo tiempo! Algo asi, si les gusta ya saben que hare y esta vez no sera como los tros que estan en borrador ¡Lo juro¡
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La ciencia es algo progresivo, en ningún momento se detendrá.
La humanidad es algo que se quedó atrás a comparación de sus invenciones.Al menos esa es la forma de pensar de la institución "Andrómeda" llegando a su debut como la nueva esperanza, sin embargo, no se sabe nada más allá de los resultados.
Proyecto "Prototipo" en busca de la nueva evolución de la raza humana, la conclusión era el uso de niños alterados genéticamente, muy a su pesar varios terminaban pereciendo o transmutando hasta el límite de bestialidad. Los niños capaces de completar el proceso eran encerrados en un tubo de contención; este tubo estaba lleno de un líquido especial manteniéndolos en conservación durante el sueño eterno.
Atravez de ahí se extraía lo necesario de cada "Original", el material genético sería utilizado en embriones -artificialmente creados. Clones, varios de ellos. No se detenía ahí, los clones con rangos de edad entre 4-14 años serian puestos a prueba peligrosamente; los campos de prueba eran limpiados cada semana sacando los restos de los cuerpos, las vísceras pegadas por todos lados de la habitación llegando hasta el techo. Pequeños huesos de lo que en algún momento fueron seres vivos.¿Qué no sentían dolor? Claro que lo hacían. Para trabajar en Andrómeda necesitabas fuerza más que la inteligencia. No tenían demasiados originales, no era necesario.
Los prototipos "Katsuki", "Izuku", "Shouto", "Mina", "Momo" e "Iida" era lo único que necesitaban. 7 años, 7 años, 8 años, 6 años, 8 años, 10 años; respectivamente.Andrómeda sentía que estaba en la cima, hasta una trágica noche.
-¡No hay tiempo para despedirnos!- Exclamo este hombre de bata blanca, seguido tosió. El fuego estaba arrasando con las instalaciones más rápido de lo planeado, todos los tubos de los originales estaban rotos, gracias a estos los infantes siguieron las instrucciones de correr en dirección a otros científicos que cansados de los experimentos decidieron liberarlos, solo faltaba uno.
-Si quieres salir con vida, corre por tu vida- Por última vez lo abrazo.
-¡Espera! ¡No quiero! ¡Yo puedo derrotarlos! Solo déjamelo a mí- Quería demostrar su punto, pequeñas explosiones brotaban de las palmas de sus manos. Se puso en posición de ataque teniendo de objetivo la puerta cerrada.
-Lamentablemente sabía que dirías eso, Katsuki-
-¿De qué hablas?- Ahora el menor estaba confundido, el científico no tenía tiempo para aquello. Las puertas se abrieron permitiendo a los soldados de Andrómeda entrar. -¿Kirishima?- Lo llamo.
Entonces el nombrado empujo al menor, este fue recibido por los brazos de otro cómplice. -¡Kirishima! ¡No hagas esto! ¡Por favor!- Intentaba soltarse, pataleaba, gritaba, rogaba que lo dejaran ir con él.
-Tetsu, cuida bien de el- Su compañero asintió determinado, corrió entre los escombros ardiendo hasta llegar a su detenido. La ventana, junto a Katsuki se lanzó para ser recibidos por el vehículo robado –Un helicóptero-.
-¡Suéltame estúpida copia barata! ¡Quiero ir con el! ¡Eres un jodido cobarde!- Para Tetsu no sería muy difícil mantenerlo sujeto, aunque sí muy doloroso. Entonces el peli plateado le cubrió los ojos con la palma de mano, Katsuki temió por lo peor. Una fuerte explosión lo alerto junto a la ráfaga de viento que acariciaba su rostro. La puerta del helicóptero seguía abierta. El científico pudo sentir el calor de las lágrimas que iban en aumento. -¡Kirishima!- Grito todo lo que sus pequeños pulmones podían hacer; por un espacio dejado por error entre los dedos del mayor pudo presenciar la explosión de Andrómeda; Kirishima nunca salió. -¡Kirishima! ¡Kirishima!-
Los originales se estaban abrazando, acompañados de dos científicos más. Lloraban una perdida, y el quejido del rubio quebraba sus corazones. Tetsu mordía su labio inferior deseoso de que dejara de temblar, contenía el llanto.Kirishima ya no estaba, tenía que ser fuerte por él. Tenía que proteger a Katsuki.
Por otro lado, Katsuki culpaba su propia debilidad. Por última vez, esperanzado tomo una bocanada de aire y grito.
-¡KIRISHIMA!- Una de los originales dejo la protección del abrazo, fue a la orilla del helicóptero junto a Katsuki frente la puerta abierta. Ella inhalo y grito.
-¡KIRISHIMA!- En un punto los 6 niños gritaban en dirección al fuego, deseosos de la respuesta que jamás llegaría.(...)
-¡Al fin despertaste!- Katsuki se sobresaltó por el repentino grito. –Perdón, no quería asustarte- En disculpa hablo un poco más bajo.
-Eijirou, deja al niño- Entro a escena una mujer de cabellos azabaches. Fue ahí que Katsuki pudo darse cuenta de su situación, estaba en una habitación llena de posters de luchadores y superhéroes. Una televisión, juguetes, fotografías.También tenía varias vendas cubriendo su cuerpo. La mujer se acercó al rubio y junto sus frentes. No permitió que su chequeo continuara, se sentó en la cama apoyando su espalda en el respaldo del mismo mueble. Estiro su mano al mueble de noche, toma una de las fotografías.
-¡Oh! ¡Somos nosotros! Esa es madre, ese soy yo- Los señalaba cada que losmencionaba. Aparentemente Eijirou tenía su edad aproximada, 8 años, quizá. –Y ese es mi hermano mayor-
Y algo dentro de Katsuki se alteró, coloco ambas manos sobre su cabeza aferrando sus dedos entre los mechones de su alborotada melena, un repentino dolor le estaba aturdiendo.-¡Eijirou!-
-¡Perdón! ¡No hice nada!- Se aleja permitiéndole a su madre trabajar. Esta intentaba calmar al chico, abrazándolo de forma protectora contra su pecho.–Shh...Shh...-
-Kirishima- Murmuro viendo fijamente a Eijirou.
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Entre explosiones masculinas [One-shots]
Fiksi PenggemarUna serie de One-shots acerca de esta hermosa pareja.