Parte 15: Barcelona

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Yo pensé que Jack no subiría para estar con Amanda, pero estaba bien equivocada; como que Jack vio que yo me iba, subió las escaleras y se encontró con ella, Amanda. Ella lo oyó todo, pero puso cara de no saber lo que había pasado; en su dormitorio había una mesita, con un espejo, un kit de maquillaje, una tetera que con lo cual había un ascensor de subir o bajar objetos, el ascensor comunicaba con la cocina. Apretabas un botón y decía lo que te apetecía para comer, entonces la doncella ponía el objeto en el ascensor y subía.

Yo llegué a Tokio, entré a mi habitación, me estiré en mí cama y empecé a escribir en mi diario secreto, mientras escribía se me caían las lágrimas. Las lágrimas mojaban el diario. Decidí ir a Barcelona, para cambiar un poquito de aire, compré los billetes de ida y vuelta. Cogí el vuelo directo, que llegaría a las ocho de la tarde. El día siguiente, fui al aeropuerto temprano y el avión ya estaba allí para despegar. Después de muchas horas, llegué al Prat, el aeropuerto de Barcelona; cogí un taxi que me llevó a un "hotel" que estaba situado en la avenida dia. Allí me alojaría un mes más o menos.

Al día siguiente cogí un autobús turístico y me fui a conocer a visitar sitios conocidos, populares de Barcelona, por ejemplo Park Güell; llegué y me fijé en una pared, me dijeron que era un rompecabezas, pero las piezas estaban rotas. Fui al centro de información y me avisó que harían una visita guiada por todo el parque; la guía nos dijo que Antoni Gaudí había diseñado el parque. En la visita, también nos explicaron que estaba hecho de cerámica, y que las piezas era un "trencadís". Al acabar la visita, me enamoré completamente del sitio. Al siguiente día me fui a la Sagrada Familia, es una basílica católica. También estaba diseñada por Antonio Gaudí. Miré mí agenda y ya estábamos en el año1915, no estaba ni acabada. Les pregunté y me dijeron que estaría acabada en el 2029 más o menos. De repente mi móvil sonó, era Jack, no sabía si lo había de coger, porqué yo no tenía nada que decirle. Así que lo rechacé. Él volvió a llamar, así que no hubo más remedio que cogerlo. Me dijo que tenía que volver, porqué me añoraba. Así que fui al aeropuerto a comprar el billete para coger el vuelo directo. 

1933Donde viven las historias. Descúbrelo ahora