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Tomoyo

Iban 6 días desde que había llegado al cuartel, todo era tranquilo, sólo papeles, unas cuantas muestras pero ni un solo cuerpo. Me despierto por la luz del sol entrando por mi ventana, me estiró aún estando en mi cama, mi cabello está un poco húmedo aun por la ducha de anoche, me levanto y me visto, me veo al espejo mientras me cepillo el cabello, ya me llega casi a la cadera, ya está muy largo. En eso suena mi teléfono, camino hasta el y al ver el mensaje se me iluminan los ojos, lo tomo, me comienzo a arreglar lo más rápido que puedo, tomó mi maleta de análisis, y salgo de mi apartamento con una enorme sonrisa. La dirección, cerca del museo del Football, bastante cerca de la estación.
<<Restaurante Komayashi, 2 Chome, hombre muerto en la bodega>>
Voy como niñita a el parque de diversiones, voy tan emocionada, en serio, estoy muy feliz de mi primer cuerpo, al fin podré examinar algo grande, aún que aquí en Japón es muy extraño que maten a alguien y lo dejen despiadadamente en in restaurante, pero bueno ya veremos dentro de poco de que se  trata. Camino rápidamente apenas salgo del metro, pronto llegó a un pequeño restaurante. El comandante me ve a lo lejos y me saluda, yo hago lo mismo. Entro al restaurante y me encuentro con el hombre raro, con otro vaso de té en las manos, se acerca lentamente a mi.
-Buenos días Sazumi, el cuerpo está allá atrás, ¿te sientes emocionada?
-Buenos días Tomoheda, la verdad es que si, aunque suene sádico, estoy muy emocionada por hacer lo que amo.- Sonrío ante aquel hombre, el cual toma un trago grande de su vaso, tengo curiosidad.
-¿Acaso siempre tomas té?- me mira directo a los ojos, parece un poco molesto.
-En lugar de estarte preguntando cosas sobre mi, porqué no vas a examinar el cuerpo, no olvides que acabas de entrar, fácilmente te puedo exprimir hasta que ya no puedas más.- Se va el enojado detective, mientras me señala lo que imagino es la dirección donde  está la bodega.
Que hombre tan raro y malhumorado, camino hacia allá y me encuentro con el cuerpo, casi brinco de la emoción, bajo mi maletín y comienzo a prepararme, que pena que hayan matado a alguien aquí, se ve que era un buen y acogedor lugar, me pongo mis guantes y comienzos ver el cuerpo determinadamente, primero se examina a simple vista, después se palpa el cuerpo para ver si no tiene huesos dañados o rotos, saco un cuaderno y comienzo a anotarlo <<tengo que entregar literalmente todo.>> tiene una camiseta roja con unas líneas verdes de las clavícula hasta el abdomen, pantalón negro un poco estallado, notas negras talla 28. Casquete corto sin teñir, su rostro está volteado, no veo si en el otro oído tiene perforación, a ver. Muevo su cabeza un poco, no, no hay aretes. Tiene marcas rojas en el cuello, tal vez fue ahorcado, tal vez hasta fue suicidio, le muevo el rostro para que quede frente a mi y apenas veo su cara, se me cae el cuaderno y la pluma. << no puede ser>>  me caigo de sentó y comienzo a querer vomitar creo que ya estoy llorando.
-Sazumi, puedes decirme...- se pone delante de mi y me mueve sujetandome de los hombros.- Sazumi, hey, responderme, ¿qué te sucede?
- El es...es mi, mi exnovio...- consigo decirle mientras comienzo a ponerme de pie con ayuda de Tomoheda.
-Mira, lamentablemente estas profesiones nos piden frialdad estrictamente, se que debe de ser muy duro para ti verlo así pero, por esta vez, pon a un lado tu dolor, y trabaja. - tiene razón, debo de hacer a un lado el hecho de que el fue mi novio, sino lo examinó ahorita, no sabré que pasó con el, de que murió, o que lo mato.
Me seco las lágrimas y cuando abro mis ojos, Tomoheda me toma de la cabeza y me atrae hacia el, tocó su pecho con mi frente, eso que escucho es ¿su corazón?
- Se que eres muy fuerte, se que eres capaz de hacerlo- <<¿Qué está haciendo?>> - Eres muy fuerte.- sin verme a los ojos se va y yo me quedo un poco más de pie, no pienso en nada pero necesito reaccionar y concentrarme.
Me tocó las mejillas y comienzo de nuevo, veo su rostro <<Olvida por ahora que fue tu novio.>> no se le ven golpes ni nada, alzó su rostro para ver su cuello, las marcas rojas le recorren todo el cuello ¿En serio se suicidó? Mmm... se tatuó, eso es nuevo, le tomó y examinó los brazos, nada de huesos rotos, ni en los hombros, nada. Piernas lo mismo, nada de golpes ni fracturas, nada de sangre, ni muestras que tomar, esto está muy pulcro, algo está mal. El comandante se acerca a mi.
-¿Alguna pista Sazumi?- me acerco a el quitándole los guantes, espero no se de cuenta.
-Nada importante, todo está muy limpio, nada de sangre o fracturas, tiene marcas en el cuello como si se hubiera suicidado pero si así fuera ¿cómo llegó hasta aquí?-
-Todo el restaurante está muy limpio, no sabemos mucho.-
-Esta muy raro.-
-¿Edad aproximada?-
-28...creo-
- De acuerdo, aún así llevalo para verlo por dentro, tal vez encontremos algo.-
- Si claro.-
-Puedes retirarte si gustas, daré la orden de levantamiento.-
El comandante se va y yo vuelvo hacia el pequeño lugar, recojo rápido mis cosas, no puedo estar mucho tiempo aquí, no puedo verlo así, no puedo, no, una vez guardado todo, tomó mi maletín y salgo de ahí, sin ver el rostro de nadie.
Salgo del pequeño restaurante, hay mucha gente al rededor del lugar pero no veo a nadie, quiero irme ya.
Apenas llegó a mi casa, cierro la puerta y me recargo en la puerta, estoy agotada mentalmente, me deslizó hasta llegar al suelo, no puedo creer lo que pasó hoy, no es cierto que te vi muerto, no puede ser verdad, suelto mi maletín en el sillón de la sala y me voy a mi cuarto, me quito toda mi ropa y busco en mi closet, me había quedado con poca ropa de el, dejo mucha cuando se fue de el apartamento en Estados Unidos, y aunque tire mucha, me quedé con unas cosas, no por lo que sentia yo sino por que me gustaban, me pongo una camiseta de el, grande, negra, sobresalen mis glúteos por mis curvas pero no me importa, me acerco a mi Buró y busco su tableta que dejo también, la conecto a un cargador, ¡si! Aún prende, espero un poco, y la enciendo, busco en la galería y comienzo a recordar, todos y cada uno de los momentos de nuestra relación desde que estábamos en preparatoria, fotos de cuando ganamos la beca para estudiar en Estados Unidos, cuando llegamos al aeropuerto, cuando vimos la Universidad, sonrió de vez en cuando, esto es muy duro pero es la verdad, éramos muy felices. Me pongo en posición fetal y comienzo a pensar en todo lo que pudo pasar si no te hubieras ido, pero por más que lo pienso ya no puedo cambiar nada, nada del pasado, tomó la tablet denuevo y busco la foto que tenía en mi computadora ¡ah aquí está! Ambos estamos sonriendo, nos estábamos muriendo de frío, no sabíamos que llegaríamos en plena nevada a la ciudad, y no llevábamos mucha ropa abrigadora, estábamos muy felices por que por fin habíamos encontrado apartamento en Boston, por fin teníamos un lugar, abrazo mi más lindo recuerdo de ti, fue mi culpa que esto terminará, yo no te seguí en cuanto saliste del apartamento, lo lamento, volteo a ver el reloj de mi teléfono 2:46, no tengo hambre, u no tengo mucho sueño pero en este momento me siento tan cansada que sólo abrazo la tableta con mis brazos y mi cuerpo, y siento como bajan las lágrimas por mis mejillas, no se cuanto tiempo pasa pero lo último que veo es el sol casi ocupándose y yo diciendo el nombre de aquel sujeto que se robó casi 8 años de mi vida.
-Keitah...- me quedo dormida.

Tomoyo Sazumi.Where stories live. Discover now